A estas alturas del partido, todo el mundo parece haberse olvidado de César Acuña. Aún cuando su partido, Alianza para el Progreso, ha quedado como la cuarta fuerza en el próximo Congreso, ya nadie habla de él.

Lo cierto es que apenas transcurridos cuatro meses de este año, todo le ha salido mal. Y no solo en la política, sino en lo empresarial y lo deportivo. He aquí la historia.

CANDIDATURA ABORTADA

Tras una carrera política relativamente exitosa, que comenzó con una curul en el Congreso en el año 2000, dos períodos como alcalde de Trujillo, y apenas unos meses como gobernador regional de La Libertad, Acuña decidió renunciar a este último puesto para presentar su candidatura a la presidencia de la República.

Apenas concretó su candidatura, Acuña comenzó a crecer en las encuestas. En octubre desplazó a Alejandro Toledo, y luego hizo lo mismo con Alan García. En diciembre, llegó a amenazar la segunda posición de Pedro Pablo Kuczynski, y todo parecía indicar que en enero tomaría ese lugar para ir por Keiko Fujimori.

Ya por esos días, aparecieron denuncias de supuesta violación a una exestudiante de una academia que dirigió en los años 80, además de las de violencia familiar de su exesposa, Rosa Núñez. Sin embargo, esos temas no le hicieron mayor mella.

Sin embargo, el hallazgo de páginas enteras copiadas en su tesis de doctorado por la Universidad Complutense de Madrid hizo estallar la pradera. Luego aparecieron más pruebas, pero de su tesis de maestría de la Universidad de Lima. Estos acontecimientos, dados a conocer a finales de enero, hicieron que Acuña experimente un descenso en las encuestas.

Cuando ya parecía condenado a quedar como uno más de los candidatos, llegó lo peor: un vídeo en el que se observa que el candidato de Alianza para el Progreso entrega dádivas a electores. 

Esto desencadenó que el Jurado Nacional de Elecciones le abra un proceso, y finalmente lo excluya de los comicios. La ilusión de la presidencia se acabó para César Acuña, pero él ha dicho que en el 2021 lo intentará de nuevo.

UNIVERSIDAD DESPRESTIGIADA

El tema de los plagios de Acuña no solo le causó serios daños a su aceptación ciudadana como candidato presidencial, sino que también generó que las universidades de su propiedad, en especial la Universidad César Vallejo, queden mal vista ante la opinión pública.

Si desde antes de que se descubrieran los plagios, en las redes sociales se hacía "mofa" de dicha casa de estudios, luego de eso el "bullying" fue mayor. Tanto fue el "cargamontón", que la misma universidad tuvo que pedir disculpas y una egresada escribió una carta acerca de las consecuencias que generó el asunto.

EQUIPO DE FÚTBOL A LA DERIVA

Y como si no fueran suficientes la caída en desgracia de su candidatura y el desprestigio que le ha generado a su propia universidad, su equipo de fútbol, la Universidad César Vallejo, marcha último en el torneo Apertura del fútbol peruano.

Al cierre de esta nota, el cuadro "poeta" ha sumado apenas siete puntos en 12 partidos, y si la temporada terminara ahora, descendería a la Segunda División. Una verdadera sorpresa, si tenemos en cuenta que, además de tener una gran inversión económica (gracias a la "plata como cancha" de Acuña), la temporada pasada clasificó a la Copa Libertadores, y en campañas anteriores fue animador del torneo local.

Todo le ha salido mal a Acuña en estos primeros cuatro meses del 2016. Sin embargo, el año aún no se termina. 

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