Los huaicos y lluvias que se produjeron en nuestro país en las últimas semanas, además de las recientes detenciones de algunas autoridades locales y regionales envueltas en diversos casos de corrupción, han hecho olvidar a los "pesos pesados" que aún tienen cuentas que rendir por el caso Odebrecht.
Los casos más llamativos son los de los expresidentes Alejandro Toledo, sobre quien pesa una orden de captura ; y Alan García, quien ha pasado a condición de investigado. Las dos situaciones están relacionadas a la constructora brasileña.
ALEJANDRO TOLEDO
El "calvario" de Toledo comenzó el 3 de febrero, cuando la Fiscalía reveló que había recibido 20 millones de dólares de Odebrecht, a través del empresario israelí Josef Maiman, para que esta corporación se haga de la buena pro de la Carretera Interoceánica, cuyo convenio fue firmado en el 2005.
Toledo se encontraba en Francia con su esposa, Eliane Karp, cuando se produjeron estos hechos. Sin embargo, ambos se trasladaron a Stanford (Estados Unidos), donde son académicos visitantes y permanecen hasta ahora; pese a que en un principio se especuló que viajarían a Israel, bajo el supuesto de que debido a la ascendencia judía de la ex primera dama, el exjefe de Estado obtendría un asilo político.
No obstante, el 7 de febrero, el juez Richard Concepción Carhuancho ordenó la captura internacional del expresidente, con lo que se envió un pedido de extradición a los Estados Unidos, que aún tiene para rato. Por lo pronto, las autoridades judiciales han congelado sus fondos de AFP y la pensión vitalicia de la que gozaba como ex jefe de Estado.
ALAN GARCÍA
El expresidente ha visto caer, desde fines del año pasado, a varios funcionarios de su segunda gestión, debido a que la Fiscalía descubrió que recibieron coimas para obtener la buena pro de varios tramos del Metro de Lima y de la propia carretera Interoceánica. Todos ellos ahora purgan prisión preventiva.
García la pasaba cómodo en Madrid e incluso el 28 de febrero se dio el lujo de hacer una "visita de médico" en Lima, para declarar ante la Fiscalía, en calidad de testigo, por el caso del Gasoducto del Sur.
Sin embargo, poco después, la suerte ha dejado de acompañarlo. El 6 de marzo, la Procuraduría del caso Odebrecht denunció a García por el caso del Metro de Lima; y el 31 del mismo mes la Fiscalía aceptó dicho pedido, pasándolo a condición de investigado.
Si bien García por ahora no tiene los líos judiciales de Toledo, estar incluido como investigado no representa una buena noticia para sus intereses. Diversos hechos como los más de 20 viajes en común con Jorge Barata, el "delator" de la constructora brasileña; además de otras decisiones tomadas en su gobierno, lo ponen en el radar de la sospecha.
¿Y Ollanta Humala? Si bien está investigado por otros casos y permanece en el país debido al impedimento de salida del mismo que rige en su contra, junto a su esposa Nadine Heredia; la declaración de Barata con respecto a que Odebrecht le dio tres millones de dólares para su campaña electoral todavía no lo "acecha", hasta que las autoridades fiscales y judiciales lo determinen.
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