Una vez más otro país de la región nos da ejemplo en materia de respeto a los derechos de las personas LGTBI, algo que en el nuestro, tras los últimos acontecimientos políticos, parece ser una broma de mal gusto.
Un tribunal de Sao Paulo condenó a Levy Fidelix, ex candidato ultraderechista a la presidencia de Brasil, a pagar una multa de un millón de reales (casi un millón de soles), por realizar declaraciones homofóbicas durante un debate presidencial de setiembre de 2014.
En aquella ocasión Fidelix señaló en el evento televisado a todo el país que los homosexuales "deben ser atendidos en el plano psicológico afectivo, pero bien lejos de nosotros". Una vergonzosa intervención que indignó a un enorme sector de la población brasileña y llevó a la comunidad LGTBI a entablar una demanda en su contra.
Hoy la Justicia ha fallado a favor de los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales del país al considerar que lo dicho por el excandidato -que en realidad no tenía muchas opciones de llegar al sillón de Dilma Rousseff-, "sobrepasaron los límites de la libertad de expresión, incidiendo en un discurso de odio".
Trascendió que el dinero que Fidelix deberá pagar en concepto de reparación moral, será utilizado para diseñar acciones de promoción de igualdad a favor de la comunidad LGTBI.
Aquí solo algunas de sus perlitas:
"Por lo que he oído en mi vida, dos iguales no hacen hijos. Y digo más, disculpe, pero el aparato excretor no reproduce"
"Hay candidatos que no asumen eso por miedo a perder votos. Prefiero no tener esos votos, pero ser un padre, un abuelo que instruya a su nieto. No voy a estimular la unión homosexual"
"Brasil tiene 200 millones de habitantes, si empezamos a estimular eso (matrimonio igualitario), de aquí a poco se va a reducir para 100. Vamos a tener coraje, nosotros somos mayoría, vamos a enfrentar esa minoría, no tengamos miedo... Pero lo más importante, quienes tienen esos problemas deben ser atendidos en el plano psicológico afectivo, pero bien lejos, bien lejos de nosotros"
Y pensar que en el Congreso de este país, políticos que ya han sido elegidos para un cargo dicen cosas peores... y no pasa nada.
Pero si en Brasil los ciudadanos no aguantan pulgas y se burlan de gente como esta, ¡¿Qué esperamos nosotros?!
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