Quisiera decir que entre algunas de las grandes contribuciones que han legado tanto 'Combate' como 'Esto es guerra' (EEG) a sus seguidores están el incentivar la práctica de actividades físicas como el deporte o el baile; o motivarlos a que lean más; o a que eliminen una tara nefasta como el racismo. Pero no.

Los organizadores de la "Marcha contra la TV basura" de este viernes 27 de febrero, pese a no saber definir con claridad -hasta el día de hoy- cuáles son los objetivos que persiguen, no han escondido en ningún momento su aversión hacia estos programas y sus integrantes. 

En un video utilizado para convocar a más personas para la marcha, se puede ver al personaje de William Wallace, interpretado por Mel Gibson en la película Corazón valiente, que azuza a un grupo de personas para enfrentar a los ejércitos, no del rey de Inglaterra, sino de 'Combate', 'Esto es guerra' y 'Bienvenida la tarde', los realitys concursos que en los últimos años se han apoderado de las pantallas peruanas.

El reconocido guionista de televisión y dramaturgo Eduardo Adrianzén se ha hecho una pregunta bastante pertinente al respecto: "¿Por qué las únicas caras que representan el odio contra la “TV basura” son las chicas y chicos guapos de EEG y Combate?

Es verdad que ellos son la parte más visible del problema, sin embargo los organizadores de la marcha deberían apuntar a lo que está detrás de estos muchachos, como bien dice Adrianzén: 

"Hay docenas de personas involucradas en esto de hacer mala TV. Docenas, con nombre y apellido: productores de contenidos, productores periodísticos… y la vienen haciendo hace años, y se reciclan. Pero como no dan la cara, nadie los conoce y pasan piola. Los generadores de contenidos (y obviamente los dueños de canales que los contratan) son los que crean todo este rollo. No el chico o la chica que sigue un libreto. Esa es la parte más, más débil del asunto".

Pero hay algo que no se puede negar: estos dos realitys significan un hito en la historia de la televisión peruana. No solo por ser grandes fenómenos populares, sino también porque han terminado por desbordar sus límites previsibles, tanto de público (los jóvenes) como de escenario (los segmentos de espectáculos de la prensa). 

Y es que algunos acontecimientos vinculados con sus protagonistas han propiciado —para bien o para mal— grandes debates más allá de las redes sociales.

¿No lo creen, estimados lectores y lectoras?


La regulación de los medios

Recuérdese el escándalo que, en diciembre de 2012, provocó 'Esto es guerra' gracias a la secuencia de "El juego de las fresas", donde las participantes debían recoger con sus labios las fresas dispuestas en lugares muy sugerentes de la anatomía de sus compañeros.

Más allá de la sanción que recibió América Televisión de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV) —una multa de 36 mil 500 nuevos soles— por infringir el horario de protección al menor, lo cierto es que se puso en el tapete cuáles debían ser los límites de un programa que, en teoría, cuenta con un público compuesto principalmente por niños y adolescentes.

Entre las interrogantes anexas a este evento que surgieron estaban: ¿qué contenidos son los más adecuados para los jóvenes? ¿cuál debe ser el criterio para decidirlo? ¿quiénes deben encargarse de sancionar a los medios de comunicación? ¿solo ellos mismos pueden regularse? ¿la sociedad civil —si no el Estado— no pueden actuar de forma más directa?


El valor de la cultura general

En marzo de 2013, Alejandra Baigorria, integrante del equipo verde del programa 'Combate', en medio de una de las competencias tuvo que responder a la pregunta "¿qué es un archipiélago"? Su respuesta, sin duda, creó uno de los episodios más representativos del impacto mediático de estos programas. Y es que la modelo dijo: "¿un animal?".

El "bullyng" a través de las redes sociales fue tal que la ignorancia de los concursantes de 'Combate' se volvió un tema relevante para muchos sectores

¿Realmente es un pecado no conocer esos datos? ¿La inteligencia implica manejar demasiada información o se trata, más bien, de saber cómo utilizarla? ¿Por qué debía sancionarse que estos muchachos, inmersos en una competencia física, tuvieran que estar al tanto de esa clase de temas?


La vida sexual de una mujer

A mediados de 2014, se hizo pública una noticia que remeció a todos los seguidores de 'Esto es guerra': Guty Carrera aceptaba que había engañado a su pareja, Melissa Loza, con Millet Figueroa, una de sus compañeras del programa.

guty - melissa - milett

Bien, el problema no es si se sabe quiénes son estos personajes, sino el tipo de reacción que tuvieron los medios cuando se dio a conocer esta información. Pues en muchos casos, se incentivó el uso del término "Candy" como una manera de descalificar y sancionar moralmente la actitud de Figueroa. 

Evidente remanente del machismo imperante en nuestra sociedad, los usuarios de redes sociales —junto con buena parte de la prensa amarilla— "condenaron" a la modelo por haber provocado a Guty, interfiriendo así en su relación con Melissa. 

¿Realmente ameritaba que una persona fuese "ajusticiada" por una acción que ocurrió dentro de la esfera íntima? Sobre todo cuando la otra parte estuvo de acuerdo en realizar dicha acción. ¿Por qué Milett al tener un estilo de vida que se soporta —y, según algunos, se comprende— en los varones, debía ser víctima de improperios y más al tenerlo siendo ella una mujer?

Fuera de que los protagonistas de esta historia se prestaron para la puesta en escena de sus romances, tanto el fallido como el clandestino, nadie debería pretender imponer un determinado modelo de conducta a otra persona tan solo por su género.  


La relevancia de las profesiones

Por esas mismas fechas, se reveló una pelea virtual sostenida entre Nicola Porcella, integrante de 'Esto es guerra', y un joven usuario de Facebook que respondía al nombre de Alonzo Fernández.

El concursante se burlaba y minimizaba que el joven se dedicara a la carrera de arquitectura. Anteponía su "talento", como Porcella llamó al hecho de que por su físico hubiera obtenido fama y reconocimiento, al esfuerzo que implica seguir una profesión universitaria.

Si bien Porcella declaró posteriormente que no había sido él quien le respondió al joven, sino un amigo que reaccionó incómodo por las palabras del estudiante, lo cierto es que este evento no pasó desapercibido en los medios.

¿Acaso solo se debe seguir una carrera para obtener ganancias? ¿Vale más reunir dinero? ¿Es eso para lo que se ha venido al mundo? 

Pero también llamaba la atención el tipo de argumentos utilizados por el supuesto "guerrero": donde privilegiaba la belleza física y la popularidad por encima de cualquier otro aspecto. Como si contar con ambos rasgos hiciera de alguien una mejor persona.


Ahora, lector, lectora, usted se preguntará ¿en qué han contribuido cada uno de estos eventos a la cultura local? Pues en estimular la reflexión de tirios y troyanos respecto a los temas mencionados. Y es sabido que interrogarse es una manera de hacer trabajar al cerebro. Así que, pese a todo lo que se ha dicho en contra de 'Combate' y 'Esto es guerra', su aporte es innegable. Ha hecho que, por unos instantes, discutamos sobre algo más que fútbol o chismes.

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