Luego de conocerse la renuncia de la ministra de Justicia, Ana María Revilla, por el escándalo que desató la demanda de Odebrecht contra el Estado peruano por el caso Gasoducto Sur Peruano, la crisis en el gabinete ministerial se acentúa con la dimisión de Edmer Trujillo al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). 

Según citan varios medios, la carta de renuncia de Trujillo estaría en Palacio hace al menos tres días, cuando ya se vislumbraba que lo estaba por venir por el caso Odebrecht, que primero provocó la renuncia obligada de Juan Carlos Liu al cargo de ministro de Energía y Minas, luego de que se supo que su empresa, Consultores Supervisores y Asesores Nacionales S.A.C (Conasac), realizó consultorías para la empresa brasileña.

Luego vino la destitución del procurador del caso Odebrecht, Jorge Ramírez, por el tema de la demanda arbitral que, como efecto dominó, se terminó por tumbar a la ministra Revilla, quien coordinó, para evitar —sin éxito— el arbitraje, la reunión entre Lui Yonsen  y los representantes de la corrupta constructora que ahora pretende reclamar un pago al Estado peruano de US$1.200 millones por la cancelación de un proyecto en el que ha admitido actos ilícitos. Es decir, quiere que se le devuelva lo que ya invirtió en esa obra.

Pero el 'vendaval' Odebrecht parece que recién empieza y amenaza con desatar una crisis mayor en Palacio. Trascendió que el grueso de ministros ya puso sus cargos a disposición, pero solo habrían cuatro cambios (los tres renunciantes esta semana más la ministra de Educación, Flor Pablo)

En el caso de Trujillo, este es investigado por la fiscalía por las irregularidades en la construcción del hospital regional de Moquegua cuando el hoy presidente de la República, Martín Vizcarra, era gobernador de esa región, en el 2014, y el saliente titular del MTC era el gerente general de su administración.

Trujillo fue citado el pasado 31 de enero por la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Moquegua, para que declare por ese caso en el que, junto a otros 14 exfuncionarios, son acusados de haber incurrido en los delitos de negociación incompatible y aprovechamiento indebido de cargo. Por ello, se cuestionó su permanencia en el Ejecutivo.

Ha trascendido que las renuncias de Revilla y Trujillo habrían sido parte de lo que han solicitado las nuevas bancadas, en la ronda de diálogos con el jefe de Estado, para darle el voto de confianza al gabinete ministerial, que está pendiente tras el cierre del Congreso el pasado 30 de setiembre.

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