Post: "Estamos volviendo a las condiciones laborales del siglo XIX, a eso apunta el proyecto neoliberal"

David Harvey es una de las mentes más lúcidas en tomar las ideas de Karl Marx para entender el presente. Más allá de la reducción en la que se cae al usar el calificativo de “geógrafo marxista” al presentarlo, se puede decir que desde hace varias décadas se dedica a la docencia en las facultades de Antropología y Geografía de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Eso habla bastante de la variedad de sus campos de interés.

Autor de más de dos docenas de libros, Harvey es profundamente crítico del sistema capitalista, que analiza a la luz de las teorías marxistas, y del que dice somos muy reacios a reconocer. Defensor de la idea del “derecho a la ciudad”, Harvey ofrece en su página web un curso en 13 videos para guiar a una lectura crítica y contemporánea a ‘El Capital’, libro insignia del pensamiento de Marx.

Harvey concedió una entrevista a la página web Marxismo Crítico, hemos resaltado los puntos de análisis de actualidad más agudos que se encuentran en ella.

Brexit

"Hay un enorme descontento que fue canalizado en esta votación. Una parte no tiene nada que ver con la Union Europea, sino es contra la forma en que las élites toman las decisiones. A la gente le dijeron que esta unión beneficiaría a todos, y la mayoría no ve ningún beneficio en su nivel de vida o en sus ingresos. De hecho, muchos han perdido en los últimos siete u ocho años.

Hay algunas buenas razones para que la gente se pregunte si quieren esta UE cuando ven lo que pasó con Grecia y lo que están amenazando con hacer a Portugal. Se supone que es una unión de ayuda mutua y cada vez más parece, en cambio, una unión de los grandes sin ningún sentido para los pequeños. Hay un lado que es xenofobia, pero sería erróneo interpretar el voto únicamente como resultado de eso".

Nigel Farage, Uno de los impulsores principales del 'brexit'

El problema tal vez no es el acceso al trabajo sino su calidad

"Si le preguntas a la gente que tiene empleo, existe una sensación general de estar haciendo un trabajo de relleno, con poco sentido. Se han realizado estudios recientes en los EE.UU. preguntando a la gente si estaban satisfechos con su trabajo y el 70% dijo que lo odiaban o les era indiferente. Hay un problema más grande que el desempleo. Los políticos ponen demasiado énfasis en la idea de acceso a empleo, empleo, empleo, en lugar de preguntar ¿qué tipo de empleo? Se requieren trabajos en los que las personas sientan que están contribuyendo a la sociedad, y del que estén orgullosos".

Estamos volviendo a las condiciones de trabajo del siglo XIX

"Solía enseñar a Marx en un contexto de socialdemocracia mundial, y no tenía mucho sentido. Pero trata de leer ahora el Libro I de ‘El Capital’ y verás que es exactamente lo que está sucediendo. Leer a Marx hoy tiene sentido. En cierto modo, estamos volviendo a las condiciones de trabajo del siglo XIX, que es a lo que apunta el proyecto neoliberal: reducir el poder de los trabajadores y ponerlos en una posición en la que no sean capaces de resistir los procesos de explotación masiva.

Mucho trabajo se ha vuelto redundante por primera vez en la industria manufacturera y ahora también en el sector de servicios. La innovación tecnológica no es solo positiva. Del mismo modo que vemos la desindustrialización por los cambios tecnológicos en los años 70 y 80, veremos el equivalente en el sector de los servicios en los próximos años. Y esto nos lleva a un tema que plantean algunos en Silicon Valley: si sucede eso, ¿cómo se va a alimentar el consumo en el mercado? De ahí que este sector, y también la izquierda, ha comenzado a discutir la cuestión de la renta básica.

Rápidamente, ciertos trabajos han pasado de ser una tarea que requiere una cierta calificación pasa a ser algo que cualquiera puede hacer. Hace 20 años, los programadores de computadoras eran considerados como muy hábiles, ahora todo el mundo sabe cómo crear un sitio web. Surge la necesidad de trabajo especializado que se descalifica casi al instante. Al capital no le gusta que el trabajo tenga algún poder de monopolio en el mercado, por eso se asegura que una gran masa desarrolle estas habilidades rápidamente".

Una breve historia de la crisis en EE.UU.

"Las autoridades dijeron básicamente esto: tenemos que salvar al sistema bancario y financiero. Los bancos centrales les adelantaron gran cantidad de dinero – la flexibilización cuantitativa – y este dinero se dirigió al mercado de valores, lo levantó, dio buenos rendimientos a las clases más altas.

Ahora, podría haberse hecho lo mismo pero beneficiando a las clases más bajas, apoyando el derecho del pueblo a tener un hogar. Todas estas propiedades, que estaban en manos de los bancos, podrían estar en las de las personas que las necesitaban. Con la crisis, las clases altas en los EE.UU. aumentaron sus ingresos en un 12%. Estos 12% debería haber ido a las clases más bajas. Hubo una decisión clara, se podría salvar a los bancos y hacer que las personas perdiesen sus hogares, o darle el dinero a la gente y evitar que se diese la crisis bancaria porque ellas pagarían los préstamos.

No estoy diciendo que hay que dejar caer a los bancos, pero si hubiésemos tratado con la crisis en el mercado inmobiliario de otro modo, los bancos tampoco hubiesen quebrado. Se guardaron a sí mismos, sin salvar a nadie. Sólo digo que había (y hay) otras opciones".

Los Panama Papers y la pregunta de si el capitalismo puede ser justo

"Siempre pensamos que un capitalismo justo y razonable es posible, pero hay que ver la cantidad de ilegalidades y robos que suceden. Ellos deben ser controlados, y allí es donde el Estado es esencial, pero muchas de estas cosas son difíciles de controlar, tal como vimos con los Panama Papers. Lo que es extraordinario es que estamos hablando de personas inmensamente ricas que podrían pagar impuestos, pero que se toman una gran cantidad de trabajo para no pagar nada. La idea de que el capitalismo puede ser desarrollado con honestidad… en un momento nos preguntamos si esto es posible".

El triunfo del modelo neoliberal

"Soy lo suficientemente viejo para recordar al mundo antes del neoliberalismo, era un mundo muy diferente, las relaciones sociales existentes, e instituciones en que las que las personas confían o no. Mucho de esto se ha terminado. Hubo una revolución, o más bien una contrarrevolución, que nos llevó de la socialdemocracia a esta política de austeridad de derecha.

La clase capitalista estaba hasta ese momento bastante desorganizada. Eso cambió en los años 80, cuando se organizaron en tanto a nivel ideológico y de estrategia. La izquierda ha fallado por varias razones, en parte por la represión existente en muchos de sus movimientos, pero también por tener ideas equivocadas sobre cómo podría funcionar una economía alternativa.

Margaret Thatcher bailando con Ronald Reagan.

Buscando alternativas a este modelo

Por desgracia, el modelo soviético no es nada bueno y el chino se convirtió varias veces en un desastre, por lo que la izquierda quedó muy confundida acerca de qué tipo de modelo alternativo podría ser creado. Esto permitió que el neoliberalismo ganase espacio. Hoy en día hay experimentos en marcha en torno a una economía solidaria, o formas colectivas de propiedad, o formas alternativas de gobierno y sistemas monetarios. Pero no sabemos qué va a resultar de ellas al pasar a una escala mayor, debido a que muchas de estas experiencias son apenas locales.

Sin embargo, hay una forma sencilla de empezar a pensar en estas cosas. En mi tiempo, la educación superior era gratuita. Desde entonces, ella se ha convertido cada vez más en un 'commodity'. Bernie Sanders apareció defendiendo un sistema de educación superior gratuita diciendo que no hay ninguna razón para no probarlo. Se acabaría con las enormes deudas que tienen los estudiantes. Y muchos piensan ahora que eso no es una mala idea. No parece molestarles el hecho que eso sea "socialismo" con tal de que tenga sentido para ellos. Debe haber, también, un sistema de salud para todos y terminar con esta tontería de las compañías de seguros, que pierden su tiempo y el nuestro en un trabajo inútil como es el de buscar como negarnos nuestros derechos. Por ahí, por esas grietas, se tiene que empezar a pensar en alternativas".