Después de que varios países de América Latina reportaran la presencia del polémico virus del zika y que sus gobiernos recomendaran a las mujeres no embarazarse por las malformaciones causadas por la enfermedad en fetos y bebés recién nacidos, un nuevo debate se abre camino con respecto a la salud y la ética: el aborto. 

La cuestión ha salido de países bastante tradicionales como Brasil y Colombia, y es que ambos se preguntan si es lícito permitir el aborto a las mujeres gestantes infectadas, ya que el virus provoca microcefalia en sus bebés. 

Cabe resaltar que la interrupción del embarazo está prohibida o tiene limitaciones muy estrictas en la mayoría de países de América Latina, además también es rechazada por las iglesias cristianas, muy influyentes en esta región. A pesar de ello, la aparición del zika supone un desafío tan fuerte que las leyes y doctrinas pueden cambiar para frenar su avance y consecuencias. 

Por ejemplo en Brasil, el país con más católicos en el mundo, las autoridades sospechan que a la fecha hay casi 4.000 bebés con microcefalia, una malformación que hace que los niños tengan la cabeza anormalmente más pequeña. 

Ante esta crisis, el aborto, un tema particularmente tabú en las sociedades más tradicionales, se presenta como una buena alternativa planteada por especialistas, prensa en general y hasta por funcionarios de la salud. 

Es así que el viceministro de Salud colombiano, Fernando Ruiz Gómez, admitió la posibilidad de que las mujeres embarazadas con el virus evalúen con su médico la opción de abortar, siempre y cuando el caso se presente dentro de las excepciones legales a la prohibición. Al respecto dijo:

"Podría ser por la salud de la propia mujer".

Las autoridades colombianas y salvadoreñas recomendaron durante la semana pasada que las mujeres eviten quedar embarazadas ante los riesgos del zika. Sin embargo hay que recordar que el embarazo, en la mayoría de los casos, no es planificado y que además, muchas mujeres ya se encontraban gestando antes de enterarse del brote. 

Es así que por ejemplo, varios medio brasileños reportaron casos anónimos de mujeres con zika que decidieron abortar al enterarse que el feto tenía lesiones cerebrales significativas. 

Sin embargo, el hecho de que el aborto sea un delito que puede llevar a la cárcel a las mujeres y médicos que lo practican, no hay cifras oficilales que registren el aumento de interrupciones de embarazo desde que el zika apareció durante el 2015. 

El aborto en Brasil

Datos previos al brote de zika daban cuenta que cada una de cinco mujeres brasileñas de 40 años pasó al menos por un aborto en su vida. Es más, se calcula que cada dos días una mujer pierde la vida por abortos ilegales. Es así que a pesar de ser una sociedad altamente religiosa y tradicional, la irrupción del embarazo es una práctica bastante difundida. 

Pero cabe resaltar que el Código Penal del país habilita el aborto solo en casos de violación o cuando la vida de la madre está en riesgo. 

A pesar de ello, la máxima corte de justicia permitió en el 2012 interrumpir embarazos de fetos sin cerebros (anencefalia), al concluir que carecían de expectativa de vida fuera del útero. 

Y aunque la microcefalia es una malformación diferente, si puede llegar a establecer riesgos para la vida. Es así que al menos 49 bebés con sospechas de que la padecían han muerto en Brasil. 

Es así que en medio de toda la polémica, el secretario de salud de Mato Groso del Sur, Nelson Tavares, se pronunció en torno al tema en un acto público a comienzos del año y dijo que se deben abandonar las 'cuestiones culturales' sobre el debate del aborto:

"La cuestión no es (estar) a favor o en contra del aborto. Es discutir científicamente cuál va a ser la profundidad que vamos a dar en la cuestión de autorizar el aborto en el caso de microcefalia o anencefalia".

Asimismo uno de los principales diarios del país, 'Folha de S.Paulo', afirmó que lo más racional sería despenalizar la irrupción del embarazo en una editorial titulada 'Microcefalia y aborto':

"La legislación ya lleva tres cuartos de siglo. Parece justo, además, que se someta el cambio a plebiscito o referéndum, dado su carácter controvertido".

Sin embargo, hay también muchas facciones de la sociedad brasileña que discrepan con la idea de revisar las prohibiciones. Al respecto, Elizabeth Kipman, la presidenta de la organización 'Brasil sin Aborto', dijo a la BBC Mundo:

"No sólo en Brasil sino en toda Sudamérica usan diferentes circunstancias para ir conquistando la liberación del aborto y la aprobación de la sociedad. Existe una variación del cuadro clínico de la microcefalia y nunca va a dar para diagnosticar intraútero (retraso del crecimiento del feto), sino sólo después de que (el bebé) nace". 

En contraposición, Debora Diniz, una profesora de la facultad de Derecho de la Universidad de Brasilia e investigadora de Anis- Instituto de Bioética, dijo que hablar de la opción del aborto por casos de microcefalia en el feto es reconocer que las 'mujeres pueden tomar decisiones reproductivas':

"La epidemia del zika y la hipótesis de la microcefalia causada por el zika es un momento trágico, pero se escucha la demanda del aborto de otra manera que (la planteada por) las fuerzas conservadoras de la región".

El aborto en Colombia

En Colombia 159 de los 951 municipios del país se encuentran en alerta por el zika. Además se sabe que unas 560 mujeres embarazadas están infectadas con la enfermedad y que unos 106 bebés han nacido con el virus. 

En vista de ello, el Ministerio de Salud ha reiterado que esta población debe ser catalogada como embarazo de alto riesgo por la posible aparición de malformaciones congénitas en los neonatos. 

Al respecto, Mónica Roa, la vicepresidenta de la agrupación Women's Link Worldwide (una organización que defiende los derechos reproductivos de las mujeres), dice que todas las embarazadas diagnosticadas con zika en Colombia deben tener la opción de abortar puesto que el virus representa un riesgo para la salud de la madre, una de las causales por las que la Corte Constitucional despenalizó el aborto hace casi diez años. 

Por su parte, el Ministerio de Salud informó que una mujer contagiada con zika puede solicitar el aborto solo si cumple con las causales legales, pero no es una recomendación de la entidad porque, según ellos, cada caso debe ser analizado médicamente en particular.

Al respecto, Roa afirma que si bien es vital que cada mujer sepa que tiene la opción de interrumpir su embarazo, el Ministerio debe limitarse a informar y no a recomendar. 

Asimismo dijo que el riesgo para la salud del cual se habla debe ser 'biopsicosocial' es decir integrar la salud física y la mental:

"Todas las personas con zika tienen afectaciones a la salud, por lo tanto todas las mujeres embarazadas con zika también tienen afectaciones a la salud y encajan dentro de la causal de riesgo para la salud. El que todas encajen no quiere decir que todas tengan que abortar, es la opción. La afectación física es el zika, la afectación mental es la angustia que pueda generar estar en esa situación y la afectación social tiene que ver con todo lo que pueda alterar la vida de las mujeres al enfrentarse a este tipo de embarazo. En general, todas las mujeres, no solo la que se sientan angustiadas, encajan dentro de la causal. Depende de cuáles o no quieran usarla". 

Finalmente, aunque el debate aún da para mucho más, es importante concluir en que los derechos reproductivos de las mujeres no se deben ubicar por debajo de las doctrinas o las creencias, al contrario deberían ser primordiales sobre todo en sanitarios y de interés internacional. 

(Con información de la BBC Mundo y elespectador.com)

(Foto de cabecera: entornointeligente.com)