Con la campaña para las elecciones del 2016 a todo vapor, el cardenal Juan Luis Cipriani aprovechó la coyuntura y se metió a la lid electora con su conocida 'agenda' reaccionaria. Y lo hizo, obvio, a través de su espacio en Radioprogramas Diálogos de Fe (que poco tiene que ver con la fe).
Los planteamientos del cardenal del Perú son de corte ultraconservador y los camufla en su discurso eclesial , es decir, está en contra de propuestas como la Unión Civil, la despenalización del aborto en casos de violación o incluso el fortalecimiento de los derechos de las minorías sexuales.
Y para muestra, un botón, como dicen:
"Hoy, por ejemplo hay un artículo excelente de Federico Salazar Larrín en que habla del tema de aborto por violación y lo explica de una manera sencilla. [...] 'En nombre de la libertad mato a uno'. No. [...] El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Si no te casas es otro problema. La complementariedad del hombre y la mujer es una verdad. Basta revisar la anatomía".
Cipriani se preguntó sobre quiénes serían los candidatos que defenderían la vida y a la familia. Por su supuesto, para el religioso solo existe un tipo de familia: aquella formada por un hombre y una mujer, desconociendo una realidad palpable en el mundo: la existencia de familias homoparentales (y reconocidas legalmente en países civilizados). Pero claro, este circunstancia no entra dentro de su 'Verdad'.
Pero el cardenal fue más lejos. No se conformó con pretender presionar a los candidatos presidenciales con su 'agenda' propia; también, en un acto de soberbia (una habitual característica suya) se arrogó la capacidad de pensar por todos los peruanos:
"Nuestro pueblo no quiere el aborto. Nuestro pueblo no es que sea conservador, es que es un pueblo sano. Le gusta la familia, le gusta sus hijos. [...] No le gusta la corrupción".
Sobre este punto, hay que mencionar que el Cardenal está equivocado. Quizás él no lo sepa, pero en los últimos años miles de peruanos y peruanas han salido a marchar a favor de la Unión Civil y de la despenalización del aborto en casos de violación.
Esta última propuesta incluso estuvo respaldada por miles de firmas, aunque claro en el Parlamento las 'huestes conservadoras' evitaron que se debata en el Pleno. Es indudable que ambos temas marcarán esta campaña electoral.
Dicho de otro manera: existen electores peruanos que tiene una posición distinta a la del cardenal. A ello agreguemos que en una democracia deben estar representadas todas las tendencias de pensamiento (en el Congreso por ejemplo) y no solo las que responden a una 'Verdad'. Pero que un 'príncipe de la Iglesia' entienda eso, es muy difícil.
[Foto de portada: Andina]
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