El fiscal Ricardo Rojas, quien investiga las cuentas de Nadine Heredia desde enero último, solicitó a la procuradora de Lavado de activos, Julia Príncipe, las cuatro agendas originales que se le atribuyen a la primera dama y que están en su poder desde el viernes último, cuando las recibió de manos del cuestionado excongresista nacionalista Álvaro Gutiérrez.
El objetivo es someter los cuadernos a los perijates grafotécnicos que puedan determinar si le pertenecen o no a la primera dama y si su contenido es veraz. La esposa del presidente Ollanta Humala sostiene que se adulteró la información que difundió Panorama para perjudicar al gobierno y acusó, vía Twitter, de estar detrás de ello al Apra y, en concreto, a Alan García.
Para determinar la propiedad de las libretas y la veracidad del contenido, es necesaria la colaboración de Nadine Heredia, quien tendría que entregar muestras gráficas de sus escritos y así compararlos con los que aparecen en las agendas.
Ayer, el abogado de la presidenta del Partido Nacionalista dijo que su defendida se someterá a las pruebas que las autoridades soliciten dentro del marco de una investigación que se atenga al debido proceso.
La procuradora Julia Príncipe informó que este miércoles, 19 de agosto, entregará el material a representantes de la Fiscalía. “Estoy finalizando el estudio de los cuatro cuadernos y a más tardar mañana los presentaré a la autoridad competente”, declaró a Canal N la abogada del Estado.
En las supuestas agentas de Nadine hay anotaciones a mano que datan del 2007 al 2011 y que registran información contable, supuestos itinerarios de viaje de Ilan Heredia (hermano de la primera dama) y números de cuentas bancarias, según informó el domingo el programa Panorama.
¿Tendrían validez legal las agendas?
El debate está abierto en el sistema jurisdiccional peruano. Hay sectores más proclives a otros a aceptar como prueba válida información o documentos obtenidos violando el derecho de los investigados.
En el caso de Nadine Heredia, su defensa legal anunció que denunciará, en principio, a dos personas cercanas a la primera dama (se entiende que eran empleadas que trabajaban en su casa) por la sustracción de documentos privados que terminaron en manos de terceros y fueron difundidos en TV.
Por ejemplo, el exprocurador Julio Arbizu subrayó que las supuestas agendas de la primera dama podrán tener valor probatorio solo si en el marco de una investigación son sometidas a un peritaje grafotécnico.
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