Cuesta hacer este tipo de recuentos, si todas las muertes son tristes despedir a un músico, sobre todo siendo amigo o habiéndolo apreciado, para algunos, me incluyo, duele mucho más. Pero hay que hacerlo y tenerlos siempre presentes. Este recuento corresponde a la segunda mitad del año.
AGOSTO

El mes empezó el domingo 2 con la muerte del Conde Chávez Ocaña, “el padre del requinto”, desaparición que lamentablemente la mayoría de medios no dieron a conocer, el nuestro, fue una de las excepciones, atento siempre a la labor de músicos nacionales de diversos géneros musicales, tanto tradicionales como contemporáneos.

CONDE CHÁVEZ OCAÑA, EL PADRE DEL REQUINTO

No podía ser de otra manera, tratándose de un músico que prácticamente encarnaba a una modalidad del huayno. Su inspirada guitarra estuvo al servicio de la grabación de representativos cultores del folklore andino como La Pastorita Huaracina, El Jilguero del Huascarán, La Pallasquinita, entre otros.

Solo el año anterior Conde Chávez había celebrado sus cincuenta años en la música, y aún se esperaba más de su aporte a las nuevas generaciones del requinto.

Sin duda, el 4 de agosto amanecimos con una de las más tristes noticias del año, el amigo Rafael Santa Cruz había fallecido, el corazón, siempre impredecible detuvo su marcha física. Un ser que parecía reencarnado del renacimiento partía joven aún.

RAFAEL SANTA CRUZ

La labor de Rafo era tan grande como su estatura, destacaba como músico, productor, docente, ponente, gestor cultural, un ideólogo y activista a tiempo completo de nuestra cultura. Su ausencia se hizo sentir de inmediato y no sólo en el país.

Quizá la herencia mayor que nos deja es el Festival Internacional del Cajón Peruano, del cual se han realizado siete ediciones. Esa exposición de nuestro instrumento ha provocado que muchos instrumentistas en el mundo lo incorporen en su bagaje y que se valore tal aporte afroperuano. Ello ha recibido el reconocimiento internacional como el reciente homenaje que brindo la OEA en EE.UU. a Rafael y al cajón peruano.

El martes 11 ocurrió otra temprana desaparición, la de Pacho Hurtado Riofrío, el doble peruano del legendario Héctor Lavoe, aparte de cantante, comunicador y artista plástico. Falleció a causa de un paro cardíaco provocado por una septicemia. Estaba en plena actividad profesional, solo un mes antes se había presentado en Chile.

Recordemos que él se inició como cantante criollo en la agrupación La Peña de Colores pero su pasión por “el cantante de los cantantes” pudo más, el trompetista Beto Villena, que ya conocía su talento para interpretar a Lavoe, lo animó a hacerlo. 

En la quincena del mes nos dejó Alfredo “Rochel” Rosell, pieza clave de la escena rockera nacional de los años ochenta. Muchos lo recordarán como el fundador de la revista “Ave Rok”, que 30 años atrás unificó al rock nacional y realizó los primeros festivales de los años 80.

En 1984, en la ciudad de Lima, antes de la salida de Ave Rok, solo circulaban dos publicaciones musicales, “Lima Rock” y “Luz Negra” (Ex “Nave de los locos”), que duraron poco tiempo, mientras que “Ave Rok” se las arregló para lanzar varios números en año y medio, periodo considerable para la época.

ROCHEL CUANDO ERA MANAGER DE MIKI, CON QUIEN APARECE EN LA FOTO

Ave Rok también produjo conciertos de bandas “subtes” como Leusemia y Narcosis, entre otras más caletas. Lo que varios músicos siempre recuerdan con cariño es la manera visceral como “Rochel” se involucraba con las bandas que llegó a manejar –estuvo a punto de trabajar con Narcosis y Leusemia- nos referimos a Masacre, Del Pueblo, y, sobre todo, Miki González.

El 23 de agosto, partía nuestro veterano amigo César Pereira Campos, melómano, conocedor de música nacional e internacional, coleccionista, periodista ciudadano –no de cartón-, a él, prácticamente se debe el rescate de Montes y Manrique, cien años después de que grabaron en EE.UU. pues su colección fue tomada como base para investigar ese pasado; también aportó al programa de radio de Filarmonía: “Un encuentro con nuestra música criolla”, conducido por Daniel Alejos Cornelio y ha dejado como herencia su material inédito de entrevistas a figuras señeras de la canción criolla.

DE LA COLECCIÓN DE CÉSAR PEREIRA

Martín Portugal Valenzuela, uno de los cantautores católicos más importantes del Perú, falleció la madrugada del 26 de agosto a la edad de 37 años, luego que sufriera un derrame cerebral al concluir un concierto el sábado 22, día de su cumpleaños. 

En 200, mientras estudiaba composición musical en el Conservatorio Nacional de Música de Perú, fue considerado el mejor cantautor católico de habla hispana por su tema “La canción del que sigue a tu hijo”, al ocupar el primer lugar en el 23° Festival Mundial de la Canción Mariana realizado en Guatemala.

El mes cerró el 30 con la desaparición de Victoria Santa Cruz, intérprete e investigadora de la música y la cultura afroperuana, un símbolo de la lucha y reivindicación negra por la defensa, orgullo y promoción de su cultura.En suma, una personalidad de la cultura peruana.

Formó parte del histórico conjunto Cumanana que integró con su hermano Nicomedes. Sobre esa actividad consideró que lo más relevante fue el drama “Malato”, gracias al cual “hizo camino” para irse a estudiar a Francia. Al regreso formó Teatro y Danzas Negras del Perú, que fue el semillero de los grupos de danzas que aparecieron posteriormente, como es el caso de Perú Negro. Cuando se creó el Instituto Nacional de Cultura fundó ahí el Conjunto Nacional de Folklore, que incluyó música y danzas de las tres regiones del país, con el que viajó por el mundo.

Tras dirigir ese conjunto, se desempeñó como profesora invitada (1982), asistente (1983-1989) y vitalicia (1989-1999) en la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.), después dirigió talleres en diferentes países como Rusia, Israel, Canadá, Dinamarca, España, Italia y Argentina. En suma, una embajadora cultural peruana nos dejaba a los 91 años.


OCTUBRE

El reconocido músico iqueño Luis del Rosario Palacios Donayre, fundador de la Orquesta Salsera Lucho Palacios y su ritmo latino, dejó de existir en el hospital “Augusto Hernández” de EsSalud la noche del sábado 11. Sólo 5 días atrás había cumplido 74 años, 55 de ellos dedicados al arte.

Fue hijo de Mamá Zoila, una cocinera afroperuana sin igual que por años deleitó a los iqueños con los sabrosos potajes que ofrecía en su restaurante de la calle Amazonas y luego en la carretera Panamericana.

"LUCHO" PALACIOS (DE CORBATA ROJA) RODEADO DE SUS MÚSICOS

En la década del 60, cuando su madre preparaba la carapulcra, el asado y el arroz con pato, "Lucho" Palacios ensayaba con sus músicos en una vivienda de Pasaje Cerro Azul, tratando de estar a la par con las grandes orquestas que existían en el país, y lo logró, porque llegó a codearse con el Gran Combo de Puerto Rico.

Su amor al terruño lo llevó a crear el tema: “El pisco es peruano” que es un grito de iqueñidad y peruanidad que defiende -desde la música- nuestra bebida bandera.

NOVIEMBRE

El tres de noviembre falleció el destacado guitarrista y arreglista criollo Javier Munayco, considerado uno de los guitarristas y arreglistas más importantes de la música criolla. En más de 5 décadas de actividad artística, acommpañó con su arte a artistas de la talla de Jesús Vásquez, Rulli Rendo, Rómulo Varillas, los Hermanos Zañartu, Jorge Pérez “El carreta”, Felix Pasache, Rafael Matallana, Los Dávalos, Bartola y Eva Ayllón.

Se decía que el maestro Javier tenía mucha intuición para los arreglos musicales y, como en el caso de otros destacados músicos, para crear espacios de radio y televisión sobre la canción criolla: “Los compositores y sus canciones” y “Noche de gala criolla”.

JAVIER MUNAYCO

Ese mismo día, José Ninanpaytán dejó de sonreír y de hacernos sonreír. En la música, él encarnó un personaje, “Pepito Quechua”, para tomarse la música a su divertida manera, sea ésta huayno, cumbia o rock, en quechua o en español, sobre un escenario artístico o sobre el escenario de la vida.

“Pepito Quechua” presentaba otro lado del folclor, desde el humor, porque decía que los andinos también son muy alegres. Entonaba también rancheras y valses en quechua; entre sus composiciones en huayno mencionamos: están“Provincianita” y “La cocinera”, en cumbia: “No me cochinees”, “¿Por qué no me das?” -que grabó con el destacado grupo Celeste-, entre otras.

Sobre su opción de usar el quechua, contestó en una oportunidad: “Las letras en quechua son hermosas. El quechua es el lenguaje del corazón y del alma”. En 1968 rechazó hacer una gira a Ecuador porque se le propuso interpretar su repertorio en su mismo estilo pero en castellano. Por entonces llegó a grabar una versión del Himno Nacional en quechua, pero no sabemos si llegó a prensarse en vinilo. Sin embargo, después usaría el idioma español y hasta el inglés, seguramente para llegar a una audiencia más amplia.

La trayectoria del cantautor fue reconocida, en diciembre de 2013, por el Congreso de la República. Eso es loco si pensamos en que le han dado un reconocimiento a alguien que hizo música de una manera particular, inventando, por ejemplo, la “Chicha rock”. ¡Eterna vida para Pepito!

El 21 se apagó la vida de Luis Francisco Garland Llosa. “La voz educada y varonil de Lucho Garland, su natural registro de barítono, su habitual simpatía; su virtuosismo en la guitarra; y sus modernísimos arreglos musicales, con un gran sentido de la armonía, sitúan nuestro vals criollo como arte cotizable y cotizado en el mercado internacional”, escribió Nicomedes Santa Cruz sobre Garland.

Entre 1952 y 1962 integró las distintas formaciones de Los Troveros Criollos, desde el dúo con “El carreta” Jorge Pérez y sus temas de replana escritos por Mario Cavagnaro y Augusto Polo Campos, hasta su asociación con Humberto Pejovés y Pepe Ladd, trío que por su armonía de voces y guitarras es considerado por muchos como el mejor trío criollo de todos los tiempos.

En sus últimas apariciones esporádicas trató de adaptarse a los tiempos modernos, utilizando cajón o acoplando voces adicionales. Sin embargo los gustos ya habían cambiado y la generación a la cual perteneció cedía el terreno a las tendencias modernas con sus fusiones (vals baladizado, vals afroperuano o tropicalizado, vals jazzeado, etc). Habiendo sido uno de los pioneros en esta modernización, Garland nunca se quejó de los cambios, considerándolos necesarios. Un maestro a todo nivel.

El día 26 partió el excelente guitarrista César “El chino” Calderón Ramírez. “He visto cómo personajes de la talla de Carlos Hayre y Óscar Avilés le rendían honores”, dijo Carlos Cerquín Hidalgo, cantante criollo y miembro del grupo Sabor de 900. Asimismo, refirió que “fue un incondicional de la música, nunca decía no a una jarana”.

DICIEMBRE

En la ciudad de México, a los 78 años, un cáncer se llevaba el pasado 19 al cantautor peruano Juan Mosto Domecq, dueño de un estilo sensible que lo llevó a ser considerado como el poeta de la canción, y figura por excelencia del llamado “vals romántico”.

Es uno de los cantantes criollos que ha ganado la mayor cantidad de festivales. En 1968, en el “Festival de Trujillo” logró el tercer puesto con el vals “Mi Mundo”. En 1969, en el “Festival de Ancón”, su tema “Dos caminos” ocupó el segundo lugar, meses después participó en el “Festival de Trujillo” y logró el primer puesto con el vals “Dime”. Ya en 1970, ganó el “Festival de Ancón” con el vals “Qué importa”, que se hizo inolvidable en la voz de Lucha Reyes, incluso también quedó en el segundo lugar, como intérprete, con la primera composición de José Escajadillo: “El viejo y el mar”.

Ya en una nueva década, en 1970, como intérprete, triunfó en el “Festival Internacional de la Canción de Arequipa” con el vals de Félix Pasache: “Parece un sueño”; alcanzó el primer puesto del Festival de Trujillo con su composición “Quiero que estés conmigo”, en 1974, y el del “Festival de Barranco”, en 1985, con el tema “Vamos a hacer el amor con amor”.

Si bien se aprecia la manera que tenía de interpretar sus composiciones también debo destacar la manera como las hacían suyas intérpretes de la talla de Eva Ayllón, Bartola, Jesús Vásquez, Esther Granados, Edith Barr, Maritza Rodríguez, Lucha Reyes, Aurora Alcalá, Veronikha, Los Kipus, Los Chamas, Lucía de la Cruz, Lorenzo Humberto Sotomayor, Los Morochucos, Pepe Torres, Arturo “Zambo” Cavero y Óscar Avilés, entre otros artistas.

El maestro Jorge Anaya, recordado acordeonista de la Estudiantina Perú, dejó de existir el pasado 24 de diciembre, víctima de un ataque cerebral por un prolongado parkinson.

La agrupación Estudiantina Perú fue fundada por el violinista y compositor huancaíno Francisco “Panchito” Leyth Navarro, en 1968. Junto a Jorge Anaya, le dieron la esencia y el espíritu a cada canción del grupo. Inicialmente cultivaron la música coral y dejaron escuela a lo largo de su trayectoria.

Cuando las incompatibilidades separaron a los principales integrantes del grupo, Anaya, fundó otra agrupación folklórica: La Estudiantina Andina; él prefirió mantener la esencia de su primera agrupación en un nuevo proyecto.

JORGE ANAYA


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