José Ninanpaytán dejó de sonreír y de hacernos sonreír. En la música, él encarnó un personaje, “Pepito Quechua”, para tomarse la música a su divertida manera, sea ésta huayno, cumbia o rock, en quechua o en español o en inglés, sobre un escenario artístico o sobre el escenario de la vida.
DE JOSÉ A PEPE

José Francisco Ninapaytán Huayta, “Pepito Quechua”, nació en Pausa, Provincia del Páucar del Sarasara, departamento de Ayacucho, en 1938. Sin embargo, durante un tiempo se creía que había nacido en el distrito de Barranco y que luego se mudó a Ayacucho, en donde habría aprendido el runasimi –conocido popularmente como quechua-, aprendizaje que perfeccionó en Lima con profesores particulares.  

Muchos lo recuerdan como el primer artista en cantar en la lengua de los Incas -justamente el quechua-, diversos géneros musicales… paralelamente. Él habría empezado a usarlo antes que se incorporara el falsete mexicano al huayno ayacuchano, hay quienes sostienen que eso se hizo evidente cuando lo usó para sostener un contrapunto con el charro azteca Miguel Aceves Mejía.

José Ninapaytán Huayta debe su nombre artístico “Pepito Quechua” al periodista Guido Monteverde, quien lo hacía trabajar en el programa de televisión “La escalera del triunfo” (canal 9). Monteverde refirió que al no poder pronunciar el nombre de José Ninapaytán, le atribuyó el nombre de “Pepito Quechua”. Quechua por la lengua que usaba el artista y Pepe porque en esos tiempos, era el nombre más popular, tiempos de famosos ídolos de la nueva ola como Pepe Cipolla y Pepe Miranda.

UN FUSIONADOR SIN PREJUICIOS

Ya para ese entonces, Ninapaytán tenía unos años de actividad artística, en algún momento refirió que en 1961, a los 23 años, había ingresado a grabar su música a la empresa discográfica El Virrey, probablemente en ese año se editó su primer 45 RPM. 

“José Ninanpaytán debutó en 1965 en el programa busca-talentos ‘La escalera del triunfo’... A los gerentes del Virrey les llamó la atención su propuesta de interpretar éxitos de diferentes géneros del cancionero popular –su primer LP contó con cumbias, valses, polkas, boleros, huaynos, marineras y hasta una ranchera – en quechua. El disco fue un éxito superando las cuatro mil copias y convirtiéndolo en un ídolo de coliseo. Su estilo seguía un poco la escuela de letras cómicas del Trovador Andino y del estilo musical de moda de Los Pacharacos” comenta Hugo Lévano, editor de “Sótano Beat”.

“En una conversación telefónica con el investigador musical Luis Berrocal –N.deR.: miembro de “Sótano Beat”-, manifestó haber conocido el trabajo del cantante y multi-instrumentista Pipo Avalos, quien en 1965 grabó por primera vez temas de la nueva ola en runasimi”, acota Lévano.

En 1968 rechazó hacer una gira a Ecuador porque se le propuso interpretar su repertorio en su mismo estilo pero en castellano. Se conoce que por entonces llegó a grabar una versión del Himno Nacional en quechua, pero no sabemos si llegó a prensarse en vinilo. 

homenaje a pepito en diciembre 2014

Usando el quechua, el popular artista ayacuchano se burlaba de canciones “comerciales” como el “Aserejé”, así como de otras. Cuando se presentó en Estados Unidos cantó algunos huaynos en inglés. ¿Se habrá inspirado “Tongo” en “Pepito Quechua”?

A partir de los ‘70 lo encontramos en el mundo de la cumbia, grabando temas propios mezclados con rock y vals. “Aportó temas de su autoría como ‘Por qué no me das’, ‘Yo soy pulenta’ o ‘Chicha rock’, cumbias ahuaynadas con llamadas a la música criolla o la nueva ola, todas realizadas con innegable calidad” dice Lévano.

LOS CUENTOS DE PEPITO

Paralelamente empezó una exitosa carrera como maestro de ceremonias que lo llevó a la televisión y la radio. “Contestón como pocos, en los videos quedan sus chistes y sus contestaciones prontistas que siempre nos sacarán una sonrisa”, precisa Lévano. 

Ese peculiar humor de Pepito Quechua estuvo influenciado por la gracia de otros personajes que se pierden en la historia: “Margaracha” y su compadre “Cañón”… “la Chola Purificación”, esa característica sería su marca de fábrica.

Su humor estaba presente desde las letras de sus composiciones, por ejemplo: “Me gusta el chancho” (guaracha), “No me cochinees” (cumbión), “Me pasaron el yara” (bolero rítmico), “No me vacilas” (bolero ranchero), “No soy saco largo” (cumbia), “La paleta” (cumbia flamenca), “Piropeando” (cumbia), “Estoy con fiebre de amores” (guaracha), “Cariño mío, corazón de otro” (guaracha), “Amor de pescadora” (guaracha), “Soy uno más” (bolero).

La trayectoria del cantautor fue reconocida, en diciembre de 2013, por el Congreso de la República. Eso es loco si pensamos en que le han dado un reconocimiento a alguien que hizo música de una manera particular, inventando, por ejemplo, la “Chicha rock”. ¡Eterna vida para Pepito!