Post: Obreras de limpieza pública de Lima protestan contra reforma laboral de Vizcarra [FOTOS]

Empoderadas por un fallo judicial que ordena su reposición laboral en la Municipalidad Metropolitana de Lima, las obreras de limpieza pública de la capital peruana se están movilizando desde hace más de tres semanas contra la reforma laboral que pretende realizar el gobierno de Martín Vizcarra.

El pasado 28 de julio, en plenas fiestas patrias y al mismo tiempo que anunció su propuesta de adelantar elecciones, Vizcarra firmó el Decreto Supremo 237-2019 del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que aprobó el Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP).

En el documento, el Ejecutivo propone que sea posible prorratear los beneficios laborales a través de una supuesta negociación y acuerdo entre trabajador y empleador. Esto ha sido interpretados por especialistas como el economista Pedro Francke o el exministro de Trabajo, Christian Sánchez, como la virtual eliminación de las gratificaciones y las CTS, las cuales quedarían desnaturalizadas al perder sus sentidos originales de ser un ingreso extra en el primer caso y un ahorro que sirva en caso de desempleo en el segundo. Además, se plantea revisar la terminación colectiva de trabajo.

Por ello, miembros del Sindicato de Trabajadores Obreros y Obreras de Limpieza Públicas de Lima (Sitobur), ganadores del premio anual de derechos humanos Ángel Escobar Jurado 2018, se vienen manifestando en las calles de la ciudad. Las manifestantes se han concentrado en protestar en los exteriores del local del MEF, a la que acusan como la culpable de mantener políticas neoliberales que afectarían sus derechos laborales. El portal Red Obrera, que comparte el Sitobur, señala:

"Cuando nos hablan competitividad y productividad, debemos entenderlo como un plan para que los empresarios obtengan más beneficios. No estamos hablando de volumen de ganancia, sino de rentabilidad, como decir que la ganancia que antes producía el salario de dos obreros ahora lo debe producir el salario de uno. Para este objetivo, hay dos caminos. De un lado la introducción de más máquinas y más sofisticación en los procesos de trabajo, lo que implica el desplazamiento de mano de obra. De otro, recortar derechos para abaratarnos más de lo que ya estamos. Esto es lo que busca la reforma laboral y, dentro de ella, la pretendida flexibilización de los ceses colectivos".

Además, llama la atención en que el conflicto entre el Congreso y el Ejecutivo puede merecer que las clases medias tomen una posición por un lado, pero para los obreros los dos son la cara de una misma moneda: desde ambos poderes se están impulsando proyectos que pondrían en riesgo sus derechos laborales.

"Si algún obrero u obrera tenía dudas sobre la vena empresarial de Vizcarra ahora quizá vea más claro la película. Para un miembro de la clase media, incluso para un burgués, los líos entre Vizcarra y el Congreso son determinantes para tomar una posición por uno o por otro. Pero para un obrero no, porque los dos están unidos para atacarnos: al lado de un Congreso corrupto tenemos un gobierno que aplica las medidas de la Confiep. Nadie nos puede distraer de ver claramente que debajo del show y la crisis por las alturas lo concreto es que nos están atacando, Vizcarra y el Congreso de la mano".

Las trabajadores de limpieza pública protestan con frases como "Barrer, barrer la corrupción", "No a la esclavitud laboral", "Reforma laboral no pasará". Las obreras trabajan en las calles y usan ese mismo espacio para manifestarse en contra de esta política del gobierno de Vizcarra.