Los huaicos han dejado más de 1.500 familias damnificadas entre las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna hasta el momento, según estimaciones oficiales. En estas tres regiones, los desbordes han dejado un total de seis personas fallecidas (tres menores de edad) y unas 4 mil afectadas, según el último balance de Indeci. Y si bien la ayuda del Gobierno nacional y de las autoridades regionales ya empezó a llegar a las zonas afectadas, esta resulta aún insuficiente.
En Moquegua, los agricultores piden ayuda a las autoridades para proteger lo que les queda de cultivos y animales. En las zona altas de la región urgen maquinarias pesadas para restablecer vías destruidas. En Amata, en el distrito de Coalaque, así como anexos de Ubinas, están aislados, informó el gobernador regional, Zenón Cuevas, quien dijo que también desabastecimiento de agua potable, porque los sistemas de captación para las plantas de tratamiento fueron destruidos por el desborde del río Moquegua.
El domingo, el presidente Martín Vizcarra realizó una nueva inspección en zonas afectadas y en su visita a Moquegua, le pidió al gobernador Zenón Cuevas y a los alcaldes priorizar la atención de servicios como agua y energía eléctrica, así como el restablecimiento del tránsito en las vías afectadas por deslizamientos de lodo y piedras.
En Tacna, "Mirave ha desaparecido sepultado por el huaico", manifestó la prefecta regional de Tacna, Anyela Cueto, cuando llegó a este pueblo del distrito de Ilabaya. Aquí, los huaicos han destruido 420 viviendas y dejaron cuatro desaparecidos, de los cuales uno apareció vivo y otro falleció, un niño de 4 años de edad. "Esperamos encontrar dos cuerpos más, pero no habría más personas desaparecidas", según dijo la funcionaria, al precisar que la mayoría de los habitantes de Mirave ya habían sido evacuados cuando cayó el huaico. Muchos de ellos se ubicaron en las laderas o en el techo de sus viviendas. De lo contrario, la tragedia hubiera sido peor.
"Parece que hubiera habido un bombardeo", dijo el general Jorge Chávez, jefe del Indeci, desde el centro poblado de Mirave, mientras que el presidente Vizcarra anunció que lo que queda es reubicar a todo el pueblo de Mirave, ya que ha quedado totalmente inhabitable. "Ahí la solución es ubicar a la ciudad en un nuevo sitio", anotó. Para ello, señaló que el alcalde del centro poblado y los vecinos están de acuerdo con la decisión. Por el momento, recibirán asistencia humanitaria.
En otro momento de su visita, Vizcarra precisó que este lunes, en la reunión del Consejo de Ministros, se evaluará la creación de una Autoridad de Reconstrucción del Sur que podría darse después de la temporada de lluvias.
En Arequipa, la zona más afectada fue la del distrito de Aplao, provincia de Castilla, donde las familias damnificadas fueron alojadas en hoteles municipales, en carpas instaladas en canchas deportivas y en un colegio, y hacen ollas comunes con las donaciones de alimentos. Aquí, unas 500 personas lo han perdido todo, según el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN).
Pero la ayuda aún es insuficiente. De hecho, la emergencia en Aplao pone en riesgo el inicio de clases de 2 mil escolares, según la Gerencia de Educación de Arequipa, que informó que los huaicos afectaron las vías de acceso que llevan hacia centros educativos que están ubicados en la provincia de Castilla.
En el Cusco, las autoridades de Defensa Civil pidieron a los municipios a asumir medidas preventivas ante el posible desborde del río Vilcanota, porque su caudal aumentó tras las lluvias de los últimos días. El último viernes, las precipitaciones provocaron el desborde del río Lucma, que a su vez generó un huaico en el centro poblado homónimo, en el distrito de Vilcabamba, provincia de La Convención.
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