Tal como se preveía, el Gobierno uruguayo le negó el asilo diplomático que pidió el exmandatario peruano Alan García Pérez, quien alegó una inexistente persecución política para intentar evadir la investigación por corrupción que afronta en el marco de la trama de sobornos que Odebrecht pagó por el Metro de Lima.
El anunció lo hizo este lunes el propio presidente de es país, Tabaré Vázquez. "No hemos concedido el pedido de asilo porque en Perú funcionan libremente los tres poderes del Estado", dijo el jefe de Estado uruguayo en conferencia de prensa tras el consejo de ministros respectivo.
Vázquez explicó que en cuanto se le comunique oficialmente el rechazo a su pedido, García Pérez debe retirarse de la casa de la embajador de Uruguay en Lima, donde se escondió hace más de 15 días, poco después de que la justicia peruana ordenó 18 meses de impedimento de salida del país en su contra, lo que evitó que pues regresar a Madrid, España, donde venía residiendo.
Por su parte, el canciller peruano Néstor Popolizio confirmó en RPP que García Pérez se retiró de la residencia del embajador de Uruguay en Lima.
"Es una decisión difícil sin ningún lugar a dudas", dijo el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa sobre el pedido de García la semana pasada, lo que marcaba un cambio en la postura inicial que habían mostrado tanto él como el mismo Vázquez.
La posición del Gobierno peruano frente a este caso fue clara: no hay en el país persecución política contra nadie, prevalece el estado de derecho y la separación de poderes, y en ese contexto, el expresidente García Pérez es investigado por la fiscalía por los delitos de colusión y lavado de dinero.
Hasta hace poco, la trama corrupta de Odebrechtno había alcanzado con nitidez al líder aprista, por lo que García se mostraba desafiante y repetía casi como eslogan de campaña que 'otros se venden, yo no', pero su caso dio un giro de 180 grados con la revelación de un pago oculto de US$100 mil que le hizo la constructora con dinero sucio de su famosa 'Caja 2' —del que hay documentos y testimonios— por una conferencia que ofreció en Sao Paulo en 2012. Así como Odebrecht, hay otras empresas extranjeras beneficiadas en su gestión que le pagaron luego de que dejó el poder jugosas cifras de dinero por conferencias.
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