El expresidente Alan García, quien permanece desde el sábado en la residencia del embajador de Uruguay en Lima a la espera de que se resuelva su pedido de asilo a ese país, escribió una carta pública en la que insiste en que existe "persecución política", pese a que tanto el Gobierno peruano, las autoridades judiciales y hasta los organismos multilaterales como la ONU los han descartado, y llama "rumores" a los nuevos indicios en su contra.
"Como es fácil etiquetar de corrupta a una persona difundiendo y repitiendo rumores para lograr reacciones emocionales, creo necesario recordar hechos que no se conocen o se olvidan", dice el líder aprista en la misiva que difundió por redes sociales su abogado, Erasmo Reyna.
El exmandatario incluye nueve puntos con los que busca alegar que es víctima de una "persecución política". Uno de los hechos que menciona, por ejemplo, es que en el 2013, el entonces fiscal de la Nación José Peláez, archivó una investigación por el presunto delito de enriquecimiento ilícito. Lo que no menciona el líder aprista es que varias investigaciones periodísticas pusieron en entredicho esa decisión de Peláez —de conocida cercanía con el Apra—.
Alan García también menciona que en 2011, la llamada Megacomisión durante el gobierno de Ollanta Humala no halló "ningún indicio o prueba de enriquecimiento ilícito o patrimonial" y refiere que la Comisión Lava Jato que presidió la fujimorista Rosa Bartra tampoco encontró "ningún indicio delación ni prueba que vincule a Alan García con alguno de los delitos", a diferencia de Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski o Susana Villarán.
Pero el expresidente omite la nueva información que tiene en su poder la fiscalía respecto a la trama corrupta de Odebrecht en las coimas que pagó para ganar la buena pro del Metro de Lima, la obra emblema de su último gobierno, caso por el que es investigado por colusión agravada y lavado de activos, esto sin contar con la documentación y testimonios que revelan un pago oculto de US$ 100 mil con fondos sucios de la Caja 2 que García Pérez recibió en 2012 por una conferencia que dio en Sao Paulo ese año.
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