Como era previsible, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó que no vendrá a Lima para participar en la VIII Cumbre de las Américas, que se realizará los días 13 y 14 de abril próximos, pese a que había asegurado, en todos los tonos e idiomas, que asistiría a este encuentro regional, en medio de la polémica que se desató en torno a su presencia, porque primero el gobierno peruano lo invitó, pero luego le retiró la misma.
El anuncio oficial lo hizo el mismo mandatario venezolano en su cuenta oficial de Twitter, al alegar que se quedará en su país, sumido en un profunda crisis política, económica y humanitaria, para "conmemorar junto al Pueblo en las calles la derrota del Golpe de Estado del año 2002".
En Caracas, el jefe de Estado venezolano también sostuvo que la Cumbre de las Américas —a la que tampoco asistirá Donald Trump— es una "pérdida de tiempo" y que tiene como objetivo "la colonización económica de la región".
"Venezuela tiene dignidad, así que estaré con ustedes el 13 y 14 de abril, estaremos juntos en las calles de Venezuela y de corazón estaré en la Cumbre de los Pueblos allá en Lima que se va a reunir con los movimientos sociales".
El nuevo gobierno peruano de Martín Vizcarra, quien asumió el poder luego de la renuncia a la Presidencia de Pedro Pablo Kuczynski, quien se vio forzado a dimitir en medio de un intento de compra de votos por parte de sus aliados para evitar su destitución en el Congreso, ratificó la postura de su antecesor sobre la presencia de Maduro en Lima para la cumbre.
Además, fuentes oficiales habían explicado que si bien el mandatario venezolano no tendría problemas para ingresar al Perú, no iba a tener el estatus de un jefe de Estado invitado a la cita continental y que, por tanto, no tendría seguridad oficial durante su estadía en Lima.
[Foto de cabecera: Efe]
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