Este jueves por la noche, el expresidente Alberto Fujimori dejó la Clínica Centenario después del indulto humanitario y gracia presidencial que le otorgó Pedro Pablo Kuczynski (PPK) hace 11 días. Ya en libertad, Fujimori, quien fue sentenciado a 25 años de prisión por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, ha recuperado todos los beneficios asignados a un exjefe de Estado: pensión vitalicia, seguridad y vehículos para su movilidad, entre otros.

A su salida del centro médico, el exmandatario, acompañado de su hijo Kenji Fujimori, saludó a los periodistas y a sus simpatizantes antes de abordar una camioneta negra con lunas polarizadas rumbo a un inmueble ubicado la zona de La Estancia, en el distrito de La Molina, donde se reunión con sus otros tres hijos: Hiro, Sachi y Keiko Fujimori.

La casa que aloja al expresidente tiene 1,900 m², cinco dormitorios, cuatro baños y cuatro estacionamientos. El alquiler mensual de la vivienda es de US$ 5 mil (16,250 en soles). Además, tiene dos niveles y está rodeada de jardines decorados y una piscina. En la primera planta tiene una sala, chimenea, comedor separado, dormitorio principal y baño de visita. En el segundo nivel hay un suite con dos walking closet y jacuzzi, cuatro dormitorios, entre otros ambientes, informó La República.

La lideresa de Fuerza Popular y su hermano Kenji compartieron fotos con su padre tras su salida del nosocomio ubicado en Pueblo Libre, donde estuvo internado desde el 23 de diciembre último por distintos problemas de salud, según su médico de cabecera Alejandro Aguinaga. “¡Con mi papá!”, escribió el menor de los Fujimori en la descripción que acompañó la foto junto a a su padre, tomada en la camioneta negra que llevó a ambos hasta La Estancia, en La Molina.

Minutos más tarde, Keiko Fujimori escribió en su cuenta de Twitter: “¡¡Muy contentos de darle la bienvenida a nuestro padre en esta nueva etapa de su vida!!”. En esa misma publicación ,la excandidata a la presidencia compartió una foto en la que se le ve a ella junto a su padre y sus tres hermanos Sachi, Hiro y Kenji.

Las reacciones

Por medio de sus redes sociales, la lideresa de Nuevo Perú Verónika Mendoza se pronunció tras conocerse que Alberto Fujimori fue dado de alta de la clínica donde estaba internado y que ahora vivirá en La Molina. "Estas imágenes son puñaladas en el corazón de la democracia y la dignidad nacional. Qué clase de país podemos construir si permitimos que se libere a un ladrón y asesino. No, no lo podemos permitir", manifestó.

En la misma línea, la congresista Marisa Glave calificó como "una farsa" y anunció una nueva protesta contra el indulto para el 11 de enero. "La farsa se termina de completar el día de hoy con esta salida a supuestamente reencontrarse con sus hijos. No es más que un teatro que hace, que se estén burlando de la memoria de los peruanos y en particular de la memoria de las víctimas", declaró la parlamentaria en Canal N.

El legislador Oficialista, Juan Sheput, se refirió en cambio al proceder del exsentenciado luego de haber recuperado su libertad. Para el vocero alterno de Peruanos Por el Kambio, la gobernabilidad del país dependerá del propio Alberto Fujimori, quien, dijo, "no puede salir mañana" a hacer política ni mostrar un buen estado de salud.

"Si cree que puede volver a engañar de nuevo con otra enfermedad, se equivoca de plano. Habrá una observación total respecto a su comportamiento. Mañana no puede salir a hacer política ni bailando 'chino, chino'. Hay mucha responsabilidad en su propia actitud. Lo peor que puede pasar al país es que aparezca en estado rebosante de salud súbita", dijo a RPP.

"Este no es un asunto que terminó con la salida [de la clínica], sino que empieza. Acá tiene mucho que ver la actitud del señor Fujimori para que se entienda [el indulto] como una transición democrática hacia la unidad nacional", agregó.

(Foto de cabecera: Twitter de Keiko Fujimori)

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