Tras jurar como nuevo presidente del Tribunal Constitucional (TC), Ernesto Blume sostuvo este colegiado puede revisar el cuestionado indulto que el presidente Pedro Pablo Kuczynski otorgó al exmandatario Alberto Fujimori, que ha generado rechazo y protestas en amplios sectores de la sociedad.
Esto en un contexto en que las víctimas y deudos de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, crímenes considerados de lesa humanidad y por los que Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel, acudirán a instancias nacionales e internacionales para intentar revertir el beneficio al autócrata, que acaba de recibir el alta clínica y llegó a la lujosa residencia alquilada en La Molina para que pase sus días en libertad.
Blume explicó que si se plantea un proceso constitucional contra el indulto a Fujimori, cuestionado tanto por el fondo —irregularidades en el trámite— como por la forma en que se dio —como colofón de un supuesto acuerdo político bajo la mesa—, el caso podría llegar al TC, por lo que evitó entrar en detalles para que luego no se diga que ha adelantado opinión.
"Si me preguntan en términos teóricos, puedo decir que sí puede haber una posibilidad de revisión [del indulto] por el TC y también por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos en el caso de que recurran al sistema interamericano".
El flamante titular del TC enfatizó que la decisión de PPK en este caso está sujeta a control constitucional, sobre todo si se trata de proteger derechos fundamentales, lo que marca una postura diametralmente distinta a lo que alegan los defensores del indulto, que dicen que es un hecho consumado y que, por tanto, no se puede revertir porque es una prerrogativa presidencial.
"Cualquier acto de funcionarios o autoridades públicas puede ser cuestionado si se acredita que ha habido afectación a un derecho fundamental o a la Constitución".
En otro momento, Blume admitió que el TC enfrenta una situación difícil por la arremetida del Congreso, dominado por el fujimorismo, que busca destituir al magistrado Eloy Espinosa-Saldaña, y anunció que luchará por la autonomía e independencia de la institución. "Soy consciente de que asumo la presidencia de nuestro Tribunal Constitucional en un momento complicado en el cual se han dado una serie de situaciones de orden político-parlamentario", comentó.
"Me comprometo especialmente con mi querido vicepresidente, el doctor Eloy Espinosa-Saldaña Barrera, en estas tareas y también con nuestro director del Centro de Estudios Constitucionales, el destacado magistrado Carlos Ramos".
El precedente Crousillat
En tanto, el magistrado Espinosa-Saldaña recordó que hay experiencias de revisión de un indulto en el TC, como el caso del empresario de televisión José Enrique Crousillat, cuyo beneficio que otorgó el entonces presidente Alan García en diciembre del 2009 fue revocado por el colegiado, debido a que la información sobre el estado de salud del broadcaster no era real.
El tribunal sin embargo tampoco quiso hablar mucho sobre una eventual revisión del indulto de Fujimori. "No puedo adelantar opinión sobre un caso que puede llegar al Tribunal Constitucional", alegó.
Espinosa-Saldaña además se refirió al hábeas corpus que Keiko Fujimori presentó ante el TC para anular la sentencia contra su padre de 25 años de cárcel por Barrios Altos y La Cantuta, recurso está pendiente de resolución.
En el próximo pleno del tribunal podría evaluarse este tema. "Ese hábeas corpus estaba pendiente de resolución, pero ahora hay un nuevo elemento que es el indulto. Yo tengo que reunirme con mis colegas y evaluar si este hecho nuevo incide o no", declaró a El Comercio.
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