El día de hoy se hicieron un par de anuncios importantes con respecto al caso de abusos dentro del Sodalicio de Vida Cristiana. En primer lugar, se anunció que el arzobispo de Indianápolis, Joseph Wiliam Tobin ha sido designado por El Vaticano como nuevo delegado visitador encargado del caso.

En segundo lugar, también se hizo saber que El Vaticano ha dispuesto que Figari abandone la cómoda residencia en la que residía en Roma, y sea enviado a un lugar "más aislado". Vale mencionar que estos anuncios se dan en el contexto de una nueva denuncia presentada por ex miembros del Sodalicio al Ministerio Público donde se pide ampliar los cargos a los cargos por los que se abrió una investigación de oficio -el pasado 22 de octubre de 2015- los de secuestro, lesiones graves y asociación ilícita para delinquir.

Para hablar de todos estos temas, Paola Ugaz, periodista y coautora del libro que inició todo este escándalo, 'Mitad monjes, mitad soldados'; y uno de los exsodálites denunciantes, Vicente López de Romaña, fueron al programa 'La Hora N' con Jaime de Althaus.

La impresión de Ugaz sobre estos anuncios es, por decirlo de alguna manera, agridulce:

'El nombramiento de este interventor, que es casi un contestatario dentro de la Iglesia, es una buena noticia. Pero esta la han dado de la mano del anuncio que Figari seguirá en Roma. Mientras él no venga a Lima a responder por sus crímenes, es como si no hubiera pasado nada."

López de Romaña, mientras tanto, habla del 'modus operandi' del Sodalicio. Y las razones por las que se justifica este nuevo enfoque de las denuncias que han presentado. Razones que ya explicaron él y los otros 3 codenunciantes en la conferencia de prensa que mencionamos ayer.


Lo que argumentamos es que la estructura del Sodalicio fue creada por Figari y algunos miembros de la cúpula, que debemos investigar quiénes son, para lavar el cerebro de la gente antes de que entren oficialmente a él.


Además, no ve muchas esperanzas en cuanto a la reforma interna del Sodalicio, pues sus miembros son víctimas también de este 'lavado de cerebro'. Esta opinión es la misma que alguna vez declaró José Enrique Escardó, la primera víctima que denunció los abusos de esta asociación:

"El SVC no tiene la capacidad de reformarse, pues Moroni y los demás miembros que están ahí están dentro de este esquema. Por más que tengan buenas intenciones son incapaces de ver que ellos mismos no han desarrollado su propia voluntad, etc. Cambiar el tema de fondo es muy difícil".

Puedes ver el video completo de la entrevista aquí:

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