La primera preocupación que ha surgido entre los electores (a excepción de los fujimoristas) es que Fuerza Popular, sin haber ganado todavía las elecciones presidenciales, ya tenga una mayoría absoluta en el Congreso, con 71 de 130 parlamentarios, según cálculos no oficiales.

En su última edición, la revista Caretas advierte que "es muy confuso" que esta mayoría "se produzca a partir de solo 26% de votos emitidos" que recibió el fujimorismo para el Congreso. Y explica por qué ha logrado semejante número de parlamentarios:

"El ganador resulta beneficiado con el conteo de votos válidos al sacar blancos nulos y viciados, además de la eliminación de los partidos que no pasaron la valla".

La nota de Caretas, titulada "Matemática Impura", de autoría de la periodista Sofía López, recuerda que "la mayoría absoluta en el Congreso no se había dado desde 1995, cuando Alberto Fujimori fue reelegido. Su agrupación se hizo de 67 escaños en un total de 120 parlamentarios"

Es bueno recordar que en esa elección, Fujimori logró el 64% de los votos. Siendo la votación de sus congresistas proporcional a la presidencial, fue lógico que lograra la mayoría parlamentaria, la cual hizo y deshizo en la década de los 90.

Evidentemente, ya no se puede hacer nada por ahora. Pero para el futuro sí se pueden hacer algunos cambios, de manera que el que obtenga la mayoría parlamentaria no se beneficie de los votos emitidos y de la valla electoral, sino que que se la gane.

El director de Proética, Walter Albán, hizo algunas propuestas a la sexagenaria revista, para evitar que en el futuro se repitan escenarios como este. Al mismo tiempo, haremos un analisis histórico y comparativo de las mismas.

1. LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES NO DEBEN SER SIMULTÁNEAS CON LAS DEL CONGRESO

"Se puede establecer una valla respecto de la elección congresal no ligada a la elección de la presidencia"

Albán también menciona que el Presidente y los congresistas podrían ser elegidos el mismo día, si no existiera la segunda vuelta. Pero como aquí existe el sistema del balotaje, "se debería elegir primero al Presidente y luego a los congresistas según los candidatos que hayan pasado la valla electoral".

Por ejemplo, en Argentina, el presidente es elegido cada cuatro años; pero los senadores son elegidos cada seis años y los diputados cada cuatro. En el caso de estos últimos, la mitad de la "cámara baja" se renueva cada dos años. 

En el 2015, se eligió presidente hasta el 2019; pero en el 2017 se renovará la mitad de la Cámara de Diputados, y quienes resulten elegidos estarán en su escaño hasta el 2021. Es decir, cada dos años hay elecciones, sean presidenciales o parlamentarias; pero ninguna está amarrada necesariamente a la otra.

2. VALLA POR DISTRITO ELECTORAL

"Esto ya no permitiría que se produzca una situación como la de Gregorio Santos (en Cajamarca)".

Albán se refiere a lo ocurrido con Santos, cuyo partido, Democracia Directa, obtuvo el 40% de votos en Cajamarca, pero no pudo colocar representación parlamentaria por no haber pasado el 5% a nivel nacional. Por ello, el exministro del Interior sostiene que dicha "debe existir de todas maneras para evitar una excesiva atomización de diáspora de organizaciones políticas, pero buscando el equilibrio".

Aunque el comentario de Albán tiene asidero en el sentido de encontrar justicia para un partido que ha sido respaldado en una región, pero no podrá colocar congresistas por la misma; lo cierto es que la valla no ha evitado que parlamentarios elegidos por un partido se pasen a otro durante sus cinco años como legisladores.

3. MAYOR REPRESENTACIÓN EN EL CONGRESO

"No puede ser que el Perú, que tiene ahora 23 millones de electores se esté manejando con un Congreso que equivale a lo que teníamos a comienzos del siglo XX, un congreso que es menor en número al de Ecuador y Bolivia".

En esto Albán tiene razón, aunque resulte impopular. El razonamiento común indica que 130 congresistas son muchos, y que se desperdicia dinero del Estado en pagarles sus sueldos; pero lo cierto es que existe poco margen de representación, y deberían aumentarse los escaños.

4. MÁS PROXIMIDAD ENTRE EL REPRESENTANTE AL CONGRESO Y SUS ELECTORES

"En Lima, donde existen 38 congresistas (son 36, amigos de Caretas), los limeños no se sienten representados. La capital podría ser dividida por sectores distritales, de manera que se elijan 3 o 4 congresistas por distrito".

Esta medida consiste en que Lima Metropolitana no sea un solo distrito electoral, sino que se divida en varios. No sería mala idea.

5. VUELTA A LA BICAMERALIDAD

"La Cámara de Diputados puede tener un acercamiento o vinculación al distrito electoral, de esta manera podría establecerse un equilibrio".

Esta propuesta también puede resultar impopular, pero el Congreso necesita una cámara pensante, reflexiva; y no le basta solo con la cámara política. Se ha demostrado que cada Congreso que pasa es peor precisamente por la falta de una "Cámara Alta".

6. NO AL VOTO PREFERENCIAL

"No conseguimos nada con el voto preferencial, que tiende a debilitarlos más. Ahora se plantea algo mucho más sano, la existencia de una democracia interna".

No es una propuesta mala siempre y cuando los partidos respeten sus elecciones internas; y no permitan que ocurran desencuentros como los que tuvo el Frente Amplio para elegir a sus candidatos al Congreso; así como en otros partidos. Pero el siguiente planteamiento podría evitar esos problemas.

7. QUE ONPE PARTICIPE EN PROCESOS DE ELECCIÓN INTERNA

"Esto nos libera del riesgo que significa de que la campaña la gane quien más plata ha puesto".

Y no solamente para evitar que se imponga quien tiene más dinero (que Dios sabe de dónde lo habrá obtenido), sino para que las democracias internas de los partidos se fortalezcan.

¿Cumplirán PPK y Keiko los compromisos que han asumido para emprender esta reforma? ¿Será capaz el próximo Congreso, dominado ampliamente por los fujimoristas, de tomar estos planteamientos? Si desde antes de asumir tienen estas actitudes, que Dios nos ayude.

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