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Yuyachkani: "Jose María Arguedas es nuestro vehículo para hablar desde el presente"

Conversamos con Teresa Ralli en torno a 'Cartas de Chimbote', obra que el grupo teatral ha reestrenado y que cuenta a partir de un lenguaje nuevo los últimos días del escritor peruano alrededor de su novela póstuma “El Zorro de arriba y el zorro de abajo”

Publicado: 2016-02-13

Los Yuyas están de fiesta este 2016, el grupo teatral cumple 45 años de vida artística y ha planeado celebrarlo hasta diciembre. Como primer momento de estas celebraciones han empezado una temporada de verano que abrió este 5 de febrero con el reestreno de 'Cartas de Chimbote' (2015). La obra, de una originalidad envolvente, cuenta muchas cosas. En primer lugar, cuenta los últimos momentos y conflictos de la vida de José María Arguedas, figura de gran influencia para Yuyachkani. En segundo, sus impresiones sobre un cúmulo de temas (su lucha e inspiración como creador, su ideal guía de tender puentes para el diálogo y el respeto a 'todas las sangres' del Perú, sus vivencias en la ciudad de Chimbote, su depresión y acercamiento a la muerte) contadas a partir de la lectura de cartas a su psicoanalista Lola Hoffman y su amigo el antropólogo John Murra. Y en tercer lugar, la obra habla sobre la novela que nació de todo este proceso, 'El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo'. Pero el todo de la obra no se explica sólo como una unión de las partes. Hay algo más ahí.

Al mencionar al escritor y antropólogo Teresa Ralli, actriz y miembro original del grupo teatral Yuyachkani, lo llama “José María, porque lo siento tan cerca de mí luego de tantos años acompañada por su obra”. Conversamos con ella en torno a 'Cartas a Chimbote' y el nuevo lenguaje que ella presenta, al compromiso del grupo con la memoria del país, que los inspiró a hablar de la vida y obra de Arguedas desde hoy, y al espacio que han abierto con los años para hacerse preguntas sobre lo que existe y lo que falta en “nuestra comunidad”, el Perú.

adrián portugal/lamula.pe


'Cartas de Chimbote' tiene una intención que va más allá del mero homenaje, del mero tributo.
Es que José María es nuestro vehículo para hablar desde hoy. Nunca nos ha interesado hacer un teatro "histórico" o biográfico, sino uno donde la premisa sea que el individuo expresa la colectividad. Entonces, hablar de él desde el 2016 es hablar de lo que nos falta. Es hablar de la pasión del creador, por ejemplo. Regresar a la fuente del compromiso visceral, sensible. Que es un elemento tan necesario hoy en día en las artes, en la cultura, en la medida en que estas están canibalizadas por la espectacularidad. En este país en el que nos toca vivir, nuestro querido país donde hay una fractura todavía no resuelta, José María es un hombre necesario porque plantea el respeto de las diferencias.
Hablando de eso, tal vez sea un poco herético lo que voy a decir, pero me parece que este conflicto y esta frustración que Arguedas sentía sobre el 'no producir' es una sensación universal. Trasladándolo un poco a un lenguaje más moderno, es esta obsesión con la 'procastinación' de estos tiempos. Pero de esta batalla él salía mucho más abatido, la sentía mucho más intensamente que el común de la gente.

Creo que en el caso de él pasa que era un hombre tan productivo... era uno de esos seres especiales que tenían tiempo para todo y sentía una gran responsabilidad por crear. Quizás en su caso tenía mucho que ver el hecho que estaba abriéndose un espacio en el universo occidental. Estaba sintiendo el golpe del rechazo cuando sólo estaba siendo consecuente con su estilo.

musuk nolte/Yuyachkani

Sobre 'Cartas de Chimbote', esta obra no es solamente un relato de su vida o sus últimos días. Tampoco una dramatización de 'El zorro de arriba y el zorro de abajo' ni una lectura de su correspondencia. Hay algo ahí, un elemento que la eleva más allá de todas esas cosas y que no logro todavía distinguir ni nombrar. ¿Me podrías ayudar a hacerlo?
Te refieres a nosotros, como personas. Creo que es inherente a la obra nuestro propio proceso como creadores. Estamos sentados ahí con nuestros nombres, no somos personajes. Es parte de una exploración estética y de lenguaje en la que hemos estado por años. Quizá porque el lenguaje anterior no nos contenía lo suficiente como para hablar de lo que teníamos que hablar en nuestras obras. José María, que ha estado con nosotros desde el principio, nos ha dado luces, caminos. Entonces, pasamos por varios estadios. Hablamos de sus espectáculos, de sus cuentos. Fuimos creando improvisaciones y de pronto nos fuimos desembarazando de todo y nos quedamos con él frente a frente. Nosotros como creadores angustiados y él como creador angustiado. Entonces, de alguna manera, hay una mímesis con su propio proceso, una comprensión. El camino que él toma de irse de este mundo es una metáfora tal vez de los momentos que tenemos cuando estamos frente a una etapa en la creación y no encontramos salida. Y simplemente quisiéramos abandonar todo y desaparecer porque el camino de la creación no es un lecho de rosas. Es uno de conflictos, como la vida misma. Siempre estamos tratando de entender y procesar la realidad desde un ángulo que no es visto cotidianamente, tal cual él cuando empiezas a leer su obra y de pronto entre lineas empiezas a leer el secreto. Sus secretos, su propia vida.
¿Y como actriz cómo enfocas tu trabajo cuando no estás interpretando a un personaje per se, sino, más bien, un texto, una obra?

Más que 'interpretar' podríamos decir tal vez 'convertir en sonido'. Una cosa es el texto que está escrito y que es literatura -teatral- y otra es cuando tú levantas eso y lo pasas por el cuerpo. Lo conviertes en acción. Recién ahí se realiza el hecho teatral. Hemos entrado, a través de ese proceso, en sus palabras y hemos intentado darle sonido a lo que él escribía. Tratar de sentir en la voz el pulso de su escritura. No es 'interpretarlo' teatralmente, sino es tratar de entrar en su respiración. Miguel (Rubio, director de Yuyachkani) nos ha pedido desprendernos de la llamada 'teatralidad', del artificio, recurrir a los estados interiores. Trabajar la quietud y simplemente recurrir al movimiento cuando es completamente necesario. Hemos ido encontrando este lenguaje que yo creo que era el único para poder entrar en este mundo tan secreto.

Adrián Portugal/lamula.pe

Y es por eso que es más que un homenaje, volviendo a lo anterior.
Es un homenaje también a la creación, a la diversidad, a las preguntas que tenemos que resolver. Es una confrontación, también, con el espectador. A su memoria. "¿Qué tanto recuerdas esto? ¿Por qué hoy en día podemos seguir viviendo sin pensar que todo lo que somos ahora viene de esos caminos?" Es una confrontación a lo que somos ahora, a todo este caos en el que estamos viviendo. A esta ceguera consciente en la que estamos. José María es necesario, entonces, porque él todo lo veía. Veía, enunciaba, tal cual lo hace en 'El Zorro de Arriba y El Zorro de Abajo'. Veía su final y al ir enunciándolo iba hablando de la vida, la que le había tocado vivir. Y que cuando uno lo lee siente que su obra la ha escrito hoy.
¿Cómo nació la idea de usar su correspondencia? De montar una obra a partir de ella ¿Hay ejemplos de otras obras de teatro en el mundo donde se haya hecho algo así?

Desconozco. Pero lo que sí sé es que hay una tendencia en el mundo a leer en el escenario. Pero eso lo hemos investigado después para sentirnos fortalecidos con nuestra decisión. Porque estamos casi 4 años en este proceso y el decidir no actuar, no representar una de sus novelas, no representar sus cuentos, fueron decisiones fuertes para nosotros. Empezamos a trabajar en el espacio. Luego llegó a nuestras manos un libro con todas sus cartas y simplemente empezamos a hacer ejercicios de lectura. Y nos fuimos enfocando en este camino porque vimos que ya todo estaba dicho con sus novelas y sus cuentos, quiero decir en términos escénicos.

musuk nolte/yuyachkani

Sobre Chimbote, Arguedas dice que es "el sitio que menos entiende y que más lo entusiasma". ¿Cómo entiendes esa frase tú? ¿Podrías decir por qué él se sentía así?
Yo creo que fue el primero en ver que la migración sería un fenómeno que iba a cambiar dramáticamente el rostro del Perú. Y lo estudió en Chimbote. Habían venido estos investigadores norteamericanos, arquitectos, ingenieros, a levantar una ciudad modelo donde se suponía que iba a nacer el gran camino de la modernización en el país con la industria pesquera. Pero no contaron con que el Perú era un ser viviente, cambiante, y con un Estado no terminado. Mientras tanto, Arguedas acababa de estudiar las crónicas de Huarochirí, estaba completamente imbuido de esta magia de los mitos para llegar a esta carnalidad, este hedor de Chimbote. Este choque lo golpea. Encuentra a los curas revolucionarios, los sindicatos, ve a los migrantes, la prostitución. Y no entendía nada, pero le fascinaban 'los hervores', como él dice.
Por lo que cuentas, se puede trazar un paralelo con lo que pasó en Lima en los 80's
Claro que sí. Él lo anunció cuando escribe el poema de 'Tupac Amaru', y habla "a estas ciudades estamos llegando. Las estamos cercando." ¡En los 60! Entonces, todo el Perú se 'chimbotizó'.
En su discurso al recibir el premio Garcilaso exclama la frase: "No soy un aculturado! Soy un peruano...". Ustedes la rescatan en la obra. ¿Cómo entenderla en un momento histórico como el de ahora? Donde el tema de la 'aculturación' pasó y de la manera que esta quizo. Donde se producen manifestaciones como, por ejemplo, estos cantantes folklóricos que son treméndamente modernos y tradicionales al mismo tiempo.

Yo creo que ella se mantiene por sí misma. Quizás habría que partir del contexto en el cual él lanza esa exclamación. Quizás él lo hace porque recibe una serie de ataques, críticas que interpretan su obra como una muy regional, que quién va a entender tanto quechua en una novela, que eso no es real, "estás fantaseando, la realidad no es así". Y entonces su respuesta es decir "¿Qué quieren, que yo lave mi estilo? ¿Acaso yo soy un aculturado?", me imagino. "Yo soy un peruano, yo pertenezco aquí". Entonces creo que esta afirmación no quería decir que había que conservar la cultura pura. Sino que él mismo era el ejemplo vivo de una mixturización. Entonces él ya era estas cantantes que cantan con una pollera preciosa y que le añaden sintetizadores y guitarras eléctricas a los huaynos que cantan. Porque él en sí mismo ya era, ya estaba dando el camino del respeto a la diversidad.

musuk nolte/yuyachkani

A pesar de que, lamentablemente, la figura que se maneja de él en el imaginario popular es la de un guardián de una utopía esencialista andina arcaica
Como decía 'Marito' (Vargas Llosa, ríe). Ahora, volviendo al principio, tú preguntabas por qué hacer esta obra hoy y si era solamente un homenaje. Hay un elemento que para nosotros es fundamental. Nosotros hacemos esta obra con la idea de llevarla a los colegios. Queremos que los jóvenes busquen su pertenencia. Que podamos entender lo que significa 'no ser un aculturado' pero en un sentido de movimiento. En todas partes puedes ver el trenzado de lo ancestral con lo contemporáneo. Sólo los estudiosos quieren mantener a "la cultura" quieta para poder seguir reflexionando sobre esa quietud. Pero ella está siempre en movimiento. Somos movimiento. Y eso es lo que queremos compartir con los jóvenes, por eso hemos hecho 'Cartas de Chimbote'. Por eso hablamos de Arguedas hoy.
Yuyachkani tiene 45 años en escenarios. Supongo que seguirán dándole a esto hasta que el cuerpo les deje. Pero sus libretos, su manera de conceptualizar las obras, de montarlas, va a trascender más allá de ustedes.

Tenemos una tarea con la memoria. No solamente batallamos por mantener viva la de nuestra comunidad, nuestro país. De un tiempo a esta parte nos damos cuenta que también tenemos que trabajar sobre nuestra propia memoria. Más allá de nuestros propósitos tenemos que dejar un registro de nuestra vida para los que vienen después. Ya sea para que nos critiquen, conversen con nosotros, lo que sea.

adrián portugal/lamula.pe

¿Han pensado en un futuro donde otros interpreten sus obras?
La pedagogía es un elemento muy importante. Formar nuevas generaciones. Hay un compromiso incorporar nuevos colaboradores, jóvenes, al proceso. Estamos en un proceso de creación, trabajando con colaboradores en un laboratorio interno. Tenemos dos proyectos más para este año. No le hemos puesto una fecha límite pero tratamos de acelerar nuestros procesos porque ya el tiempo que nos queda no es tan largo. Tenemos mucha conciencia de eso, mucha tranquilidad.
El año de celebraciones recién empieza con esta temporada de verano, entonces.

¡Sí! En algún momento reventaremos cohetes y petardos (ríe).


TEMPORADA

Cartas a Chimbote se presentará hasta el domingo 28 de febrero. Las funciones son los Viernes, Sábado y Domingos a las 8:30 pm

 Casa Yuyachkani: Jirón Tacna 363, Magdalena del Mar (alt. cdra. 40 de la Av. Brasil) 

Entradas: General S/. 40.00; Estudiantes, artistas y tercera edad S/. 30.00 

Ventas en la boletería de la Casa Yuyachkani los días de las funciones a partir de las 7:00 pm. Reservas a entradas@yuyachkani.org


Más información sobre la temporada de verano:


[Foto de portada: Musuk Nolte / Yuyachkani]


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Escrito por

Nayo Aragón

nayo.aragon@lamula.pe


Publicado en

Redacción mulera

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