Después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) dispusiera un cambio en su reglamento, los Juegos Olímpicos de Río 2016 serán los primeros en los que los atletas transexuales podrán competir sin la necesidad de una cirugía para acreditar su cambio de género.
Y a pesar de que la nueva medida fue vista por muchos como un triunfo de la igualdad puesto que hasta la fecha ningún atleta transexual había participado en los Juegos Olímpicos, no todos están convencidos de su éxito.
La nueva norma, que también será válida para otros eventos internacionales, estipula que tanto hombres como mujeres podrán competir contra rivales que son de su género actual y no el de su nacimiento.
A pesar de ello, las atletas transexuales que quieran participar deberán notificar de su intención y mantener sus niveles de testosterona por debajo de los 10 nmol/L durante un año antes de la competencia.
Y aunque la medida fue calificada por Arne Ljungqvist, del Comité de Medicina del COI, como la más 'flexible y liberal', cabe preguntarse ¿qué tan justa es para las deportistas mujeres?
Las ventajas del pasado masculino
Los críticos del nuevo mandato afirman que las ventajas competitivas que tienen los hombres sobre las mujeres en la gran mayoría de deportes son evidentes. Y para sostener este argumento, muestran los récords mundiales establecidos sobre una misma distancia en ambos géneros.
En promedio, las mujeres alcanzan un rendimiento un 10% inferior al de los hombres. Al respecto, la editora de la publicación británica New Statesman, Helen Lewis explicó:
"Aceptamos que hay deportes que se dividen entre hombres y mujeres porque de otra manera los hombres ganarían casi todo y las mujeres no tendrían ninguna oportunidad".
Asimismo afirmó que con estas nuevas reglas las atletas transexuales tendrán que pasar por pruebas de testosterona porque se conoce que la hormona representa una ventaja. En ese sentido se preguntó si en el proceso de transición se reduce o aumenta ese beneficio.
Según Lewis, el problema es que hay una variedad de opiniones respecto al tema:
"Hay deportes en lo que no habrá ningún problema, pero hay otros, como el baloncesto, que fue mencionado por Joanna Harper, una de las personas consultada sobre la nueva política del COI, en los que una mayor envergadura física ofrece una clara ventaja".
En ese sentido, Harper, quien es física médica del Centro Médico Providence, considera que este caso es más bien una excepción y que en otras circunstancias como la gimnasia, la transexual se vería en clara desventaja.
Y es que ella continúa participando en carreras de fondo después de haber cambiado de género entre el 2004 y el 2005. Es así que luego de pasar por toda esa experiencia, decidió iniciar una investigación con la hipótesis de si los atletas transexuales en verdad tenían una ventaja en las pruebas femeninas.
Su estudio se basó en ocho atletas que participaron en pruebas de larga distancia cuando eran hombres, y que después de someterse a la terapia para reducir la testosterona, compitieron como mujeres.
De esta manera se dio cuenta que la capacidad de las deportistas no se había reducido por su cambio de sexo, y que estaba acorde con los niveles que mostraban sus rivales mujeres.
Como ejemplo de ello mencionó su caso. Y es que según Harper desde que se sometió a la terapia de hormonas, su tiempo de carrera disminuyó a pesar de no percibir ningún otro cambio importante al momento de correr.
Asimismo explicó que dos de los casos más sonados en los que se ha dado la situación, como los del tenista Renée Richards en los 70 y el de la peleadora de artes marciales mixtas Fallon Fox, mostraron que no hubo ninguna ventaja competitiva.
Y es que Richards fue eliminada en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos y Fox aún no ha logrado estar entre las mejores peleadoras de la MMA.
Esta es casi la misma postura que la de la Fundación para las Mujeres en el Deporte, la misma que fue creada para defender los derechos de las mujeres atletas y para promover su participación. Al respecto, la organización indica:
"Cada vez más hay un consenso entre los médicos que los efectos de tomar hormonas femeninas anulan cualquier fortaleza o ventaja muscular que la testosterona habría podido generar. Una atleta que haya completado su transición de hombre a mujer se encuentra en un rango similar de fuerza y de rendimiento que las mujeres contra las que está compitiendo".
Cabe resaltar que entre los transexuales que podrán ir a Río 2016 están las ciclistas Natalie van Gogh, de Holanda, y Michelle Dumaresq, de Canadá, y el del triatleta estadounidense Chris Mosier.
Y aunque hasta la fecha ningún atleta transexual ha participado en los Juegos Olímpicos, hay casos como el de Caitlyn Jenner que ganó la medalla de oro en el declatón de los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 como Bruce Jenner. Asimismo también esta el caso de Balian Buschbaum, quien quedó en sexto lugar en salto con pertiga en los Juegos de Sídney 2000 participando como Yvonne Buschbaum.
(Con información de la BBC Mundo)
(Foto de cabecera: posta.com.mx)
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