Después de declararse el polémico Estado de Emergencia Económica en Venezuela, las opiniones están divididas en el país llanero. La oposición, que tiene la mayoría Asamblea Nacional, se posiciona en contra de la medida que califica como una 'trampa política' contra el Parlamento, mientras que el oficialismo defiende su iniciativa como una herramienta que combatirá la guerra económica que viene desarrollándose contra su país desde el extranjero.

Sin embargo, al margen de las opiniones políticas, los más afectados son los ciudadanos que día a día sufren del desabastecimiento, la recesión y la inimaginable pero real inflación que hace imposible adquirir productos de primera necesidad. 

En vista de ese panorama, claramente marcado por la postura del Congreso que será quien tendrá que aprobar el controvertido decreto que tiene como objetivo impulsar la producción nacional, el presidente Nicolás Maduro vaticinó una 'confrontación' si la oposición no acepta las medidas desarrolladas por el actual ministro de economía, Luis Salas. 

En ese sentido, afirmó tener información que evidenciaría que mucha gente estaría 'haciendo lobby para que la AN me niegue la aprobación' y se genere un conflicto de poderes como el que se sugirió la semana pasada entre el legislativo y el Tribunal Supremo, al peligrar la permanencia de la oposición en el Parlamento por negarse a suspender a tres diputados investigados por fraude electoral.

El mandatario venezolano realizó estas afirmaciones durante el acto de juramentación del Consejo Presidencial de Economía Productiva, una entidad asesora de 45 personas dirigida desde el Poder Ejecutivo pero que incluye a empresarios afines al chavismo y representantes de organismos del Estado.

Es así que el evento, que fue transmitido a todo el país por la radio y la televisión, trajo mucha expectativa pues se esperaba el anuncio de las medidas económicas como el aumento en el precio de los combustibles en el mercado interno.

Sin embargo, Nicolás Maduro decidió dejar esto de lado y hacer un nuevo diagnóstico de la situación económico que volvió a calificar de 'catrastrófica', aunque nunca aceptó su responsabilidad en torno al tema. 

Nuevamente culpó a la 'guerra económica' impulsada por el capitalismo. Asimismo, delegó en el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, la tarea de dar a conocer algunas de las medidas del decreto. 

A pesar de ello, recordó que desde comienzos del 2015 viene trabajando en la recuperación de los precios internacionales del petróleo y afirmó que 'ha llagado la hora de tomar las riendas del mercado de la energía'.

Cabe resaltar que Venezuela ha perdido durante el año pasado, hasta el 70% de sus ingresos en divisas como consecuencia de la caída de la cotización del petróleo. 

Por otro lado, reveló que este martes conversó con el presidente de Irán, Hasán Rouhani, para acordar una estrategia conjunta con el objetivo de plantear a los productores mundiales del crudo, adscritos o no a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), varios lineamientos para enfrentar la crítica situación del mercado actual.

Es importante tener en cuenta que a pesar de que el régimen de los Ayatolas es un antiguo aliado del chavismo, Maduro se encuentra preocupado por que la reincorporación de la producción petrolera iraní a los mercados, después del cese de las sanciones internacionales contra Teherán, origine un superávit de volúmenes y una guerra de precios que termine por agravar más aún los problemas financieros de Caracas. 

Sin embargo, el presidente insistió en considerar esta situación como una buena oportunidad para sustituir 'el modelo rentista dependiente del petróleo'. Su plan, que incluye el decreto de Emergencia Económica, tiene como objetivo 'echar las bases para una nueva economía productiva'. 

Pero a pesar de su intención, la inflación de Venezuela, que ya colinda con la hiperinflación, el déficit de más de 20 puntos del PBI y la escasez de productos básicos e industriales; parecen no favorecer al mandatario que reconoció que la actual crisis pone en riesgo el 'orden social y político del país'. 

La respuesta de la oposición 

El último martes la Asamblea Nacional inició el debate en torno a la Emergencia Económica. Es así que han prometido llamar a interpelación a los ministros del área económica y al presidente del Banco Central.

Cabe resaltar que el plazo para que el Parlamento apruebe o rechace el Decreto vence el siguiente viernes, sin posibilidad a modificaciones según la Constitución. 

Pero por lo que se vislumbra es que la Asamblea Nacional no aprobará el decreto que le arrebatará algunas de sus facultades para dárselas al Ejecutivo. Y es que la medida considera otorgar al Gobierno la facultad de confiscar los medios de transporte y la producción en determinadas condiciones. 

La crítica a España

Aunque Maduro trató de cambiar el tono de su discurso por uno más moderado, reservó una parte de él para criticar al Gobierno de España.

El ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel García Margallo, se pronunció sobre la situación de Venezuela y dijo que trasladaría al Consejo de la Unión Europea los reportes sobre la gravísima crisis de institucionalidad democrática en el país latinoamericano. 

Para el canciller, el oficialismo está intentando restar poder a la recién electa Asamblea Nacional de mayoría opositora. Al respecto, dijo:

“Se trata de que Gobierno y Asamblea respeten los papeles que tienen atribuidos en la Constitución porque ése es el primer paso, el respeto al Estado de derecho, a la separación de poderes, para una auténtica reconciliación nacional”.

Es así que ante las declaraciones de García Margallo, Maduro aconsejó al presidente Mariano Rajoy que se ocupe 'de sus problemas, que nadie aquí se mete en España, respetamos y queremos a España, pero que nadie se venga a meter aquí'.

(Con información de elpais.com)

(Foto de cabecera: Efe)