Todo es una pantomima. Según César Hildebrandt, lo que ha hecho la candidata presidencial Keiko Fujimori al dejar de lado a viejos cuadros del fujimorismo es solo parte de una estrategia de intento de lavado de cara, pero en el fondo, afirma, las ideas de su padre el reo Alberto Fujimori y su exasesor, también preso, Vladimiro Montesinos, están en su cabeza.
En entrevista al programa 'No Hay Derecho' de Ideeleradio, Hildebrandt señaló que la lideresa de Fuerza Popular se ha librado del "lastre más notorio", pero que esto es parte de un maquillaje.
“El haberse librado del lastre más notorio [es] para hacer una pantomima. Martha Chávez se lo ha dicho de un modo malignamente inteligente. Se trata de que Keiko gane las elecciones. Todos los intentos […] son eso: intentos de maquillaje”, dijo.
Sostuvo que Aguinaga, Chávez y Cuculiza eran una "incomodidad ostensible", considerando que el primero está involucrado en el caso de las esterilizaciones forzadas, la segunda es "obstinada en mantener la ortodoxia fujimorista más extrema" y la tercera "no aporta mucho".
Además, afirmó que las ideas de Fujimori y Montesinos están en la mente de la candidata presidencial.
“Montesinos está preso y Fujimori está preso, pero sus ideas no están en Barbadillo, ni en el centro naval donde está el señor Montesinos, están en la cabeza de Keiko Fujimori. No tengan ninguna duda”, señaló.
El periodista recordó que la hija del exdictador nunca rompió con el fujimorismo cuando este estuvo en el poder, que nunca dijo basta, cuando ya salían los indicios de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
En este sentido, señaló que la candidata no es capaz de condenar los delitos de su padre, ni los crímenes de la dictadura fujimorista.
También sostuvo que cuando Keiko dice que se peleó con su padre por denunciar a Montesinos "es una historia", ya que "sin embargo recibía dinero en efectivo de Vladimiro y recibía las tarjetas con las que pagaba mucho de sus gastos en Boston".
Actualmente, Keiko Fujimori goza con más de 30% de preferencia electoral en las encuestas, a pesar de ser la hija y Primera Dama de la dictadura que lideró su padre, Alberto Fujimori, quien se encuentra preso cumpliendo condena por delitos de corrupción y violación a los derechos humanos. Se calcula que en esos años que gobernó (1990-2001), el Estado peruano perdió 6 mil millones de dólares por la corrupción.
Además, como señala el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), "desde el gobierno, intencional y progresivamente, se organiza una estructura estatal que controla los poderes del Estado, así como otras dependencias claves, y utiliza procedimientos formales/legales para asegurar impunidad para actos violatorios de los derechos humanos, primero, y de corrupción después".
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