Con la confirmación de Jonás Ataucusi como candidato presidencial por el Frente Popular Agrícola del Perú (Frepap), hasta el momento son ¡20! los aspirantes a la primera magistratura de la nación en las elecciones generales del próximo año.
De esta forma, esta cifra iguala la cantidad de candidatos que hubo en las elecciones del 2006, en las que Alan García fue elegido presidente por segunda vez, tras derrotar al actual mandatario, Ollanta Humala, en la segunda vuelta.
Sin embargo, luego de inscritas las listas, puede venir un proceso de tachas contra los candidatos, en los que si el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) encuentra irregularidades, dejaría sin efecto las candidaturas que no cumplan con ciertos requisitos.
Además, algunos candidatos pequeños, ante la evidencia de que no levantan en las encuestas, pueden desistir a último momento para buscar ser elegidos en el Congreso.
Esto ocurrió el 2006, puesto que al momento de las inscripciones, se registraron hasta 24 candidaturas. Después, el JNE rechazó la candidatura de Alberto Fujimori, quien pretendió presentarse nuevamente, por estar inhabilitado por diez años para ejercer cargos públicos.
Además, otros candidatos, como Marco Antonio Arrunátegui (Proyecto País), Rafael Belaunde (Perú Posible), y Fernando Olivera (Frente Independiente Moralizador), desistieron de sus candidaturas, ante el poco respaldo que les daban las encuestas.
Por ello, es posible que la cifra actual se reduzca. El candidato de Alianza para el Progreso, César Acuña, enfrenta un proceso iniciado por el Jurado Electoral Especial de Lima Centro por el uso de sus universidades con fines proselitistas.
Añadido a esto es que Progreso y Obras (que postula a Olivera), Perú Nación (Francisco Diez Canseco) y Perú Libertario (Vladimir Cerrón), todavía tienen pendiente que el JNE resuelva sus pedidos de inscripción como partidos políticos.
DISPERSIÓN, FRACCIONAMIENTO Y OTRAS PERLAS
El exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Fernando Tuesta, se pronunció sobre esta situación, en declaraciones para la agencia estatal Andina:
“Este es uno de los números más altos. Hay una gran dispersión que muestra, de alguna manera, el fraccionamiento de la representación política”
Además de esto, el también docente de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Católica indicó que muchos partidos "pequeños" se han visto obligados a presentar candidaturas propias, debido a que no pudieron realizar alianzas con otros grupos políticos, y porque la ley electoral los obliga a participar.
También comentó que la gran mayoría de partidos cuenta con candidatos invitados, tanto en la presidencia como en las vicepresidencias:
“No son capaces de colocar a tres candidatos competitivos de su propio partido, y hay una movilidad muy alta o transfuguismo”,
Esta situación, a la que se añade la gran desconfianza del electorado, expresada en un 36% que se cuenta entre los indecisos y los que marcarán viciado, va a generar una de las elecciones más impredecibles de los últimos años.
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