Keiko Fujimori ha reconocido los "graves delitos" ocurridos durante la década en la que gobernó su padre, Alberto Fujimori, pero ha señalado que la corrupción "atacó su régimen" y no que su progenitor haya sido responsable de la misma. Ante ello, las evidencias de lo contrario han aparecido por sí solas.
La primera evidencia fue aquel informe que publicara hace 15 años el diario La República, que resucitamos en este mismo portal hace un par de días, en el que se demostraba que Fujimori nunca pudo haber pagado los estudios de sus hijos (Keiko Incluida) con la venta de un inmueble en Monterrico, ya que esta se realizó en febrero de 1999, año y medio después de la graduación de su primogénita en Boston.
En este mismo portal, la periodista Laura Grados publicó un reportaje que demostraba que Keiko Fujimori fue acusada de complicidad de enriquecimiento ilícito en agravio del Estado y de receptación de dinero, siendo cómplice de un hecho propiciado por su padre.
Pero la tercera evidencia se da a través de una testigo directa de los juicios que se realizaron a Fujimori por actos de corrupción: la exjueza Inés Tello, integrante de la Sala Penal Anticorrupción que se encargó de estos procesos judiciales.
En declaraciones al programa "No hay derecho" de Radio San Borja, Tello afirmó que en varios de estos juicios se acogió a la "conclusión anticipada": es decir, reconoció su culpabilidad en diversos casos de corrupción para no tener que pasar un largo proceso judicial y se dicte sentencia de una vez, como el que lo condenó a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos:
"Él (Fujimori) reconoció algunos actos y se acogió a la conclusión anticipada (...) Eso significa que son ciertos los hechos que se denuncian, que asume su responsabilidad y obliga al pago de una reparación civil”.
LOS CASOS EN LOS QUE FUJIMORI ACEPTÓ SU CULPABILIDAD
Uno de los casos en los que Fujimori se acogió a la "conclusión anticipada" fue en el juicio por el pago de una Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) a su exasesor presidencial, Vladimiro Montesinos, de 15 millones de dólares, cifra exorbitante e inédita.
Otros casos en los que reconoció su culpabilidad fueron: el de uso de recursos públicos para montar una red de espionaje telefónico; el juicio por los congresistas tránsfugas; la compra de Cable Canal de Noticias (CCN), entre otros.
Con estas revelaciones y evidencias que aparecen por sí solas, Keiko Fujimori está quedando igual que cuando dijo en Harvard que los médicos tenían responsabilidad en las miles de esterilizaciones forzadas llevadas a cabo por el régimen fujimorista.
En esa ocasión, los gremios médicos respondieron que el gobierno de su padre los obligó a aplicar esta política de Estado, con testimonios y evidencias claras. La corrupción (y los abusos) de la década fujimorista es un gran pasivo con el que la candidata de Fuerza Popular tendrá que cargar.
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