Lo sabemos, muleros. Nosotros tampoco nos olvidamos del chongazo que se armó el año pasado en el Congreso con la designación de Martha Chávez como coordinadora del Grupo de Trabajo de DDHH de la Comisión de Justicia. Sí, Martha, la misma que no se cansa de defender a gritos un gobierno en el que se cometieron serios atentados contra los derechos de miles de peruanos. La misma que apoyó la tesis de que los estudiantes de La Cantuta se 'autodesaparecieron'. Todos vimos como hizo su pataleta para quedarse a la cabeza de ese grupo de trabajo y luego salió con el mismo berrinche cuando finalmente dicho grupo fue desactivado.
Sin embargo, desde las filas del fujimorismo buscan volver a crearlo con un entusiasta voluntario para presidirlo: Julio Rosas. ¿Qué cosa? Sí, el mismo que asegura que los homosexuales en este país no tienen derecho a unirse a la persona que ellos eligen querer. Ese que busca imponer sus creencias religiosas en un estado laico y transforma cada vez que puede la sede del Congreso en un templo. Él quiere conseguir lo que Martha Chávez no pudo. Y lo quiere hacer con su apoyo, claro.
imagen: colectivo unión civil
Este jueves se llevó a cabo un fórum más de los que nos tiene acostumbrados el pastor evangélico. La particularidad es que días atrás la invitación al evento titulado 'Situación actual de los DDHH en el Perú', era firmada por Rosas autodenominándose 'coordinador del Grupo de Trabajos de Derechos Humanos'. Tal cual.
Y ahí estuvo, presidiendo la mesa con Martha dándole la patadita de la suerte. Pero Chávez no solo fue a mostrarle su apoyo, sino que también participó como exponente. Sí, la misma que en 2013 generó una ola de indignación por ser designada encargada de un grupo de derechos humanos, hoy dio cátedra en un evento sobre derechos humanos. ¿Qué cosas, no?
El otro expositor responde al nombre de Jorge Serrano y decía ser analista de Inteligencia Estratégica. Una intervención que pasaríamos totalmente al olvido si no fuera porque lo primero que hizo al dirigirse al auditorio, fue agradecerle 'a Julio Rosas y a Dios' el poder reunirse en tan importante acto.
Y no es que desde aquí queramos ser insidiosos ni paranoicos, pero ya harta un poquito que el señor Rosas continúe aprovechando cada oportunidad en la que el Congreso le da micrófono para meter 'a su diosito' a como de lugar. Y es que hoy el fujimorista ha resucitado para nosotros, porque ni cuenta nos habíamos dado que había tenido un setiembre bastante ocupado.
El 'teofanatismo' de Julio Rosas
Entre sus actividades, otro eventito para 'salvar a la familia', frase eufemística que no hace otra cosa que esconder su discurso de odio amparado en la religión que profesa. 'Defendamos a la familia, no a la unión de homosexuales', decía mostrando sus niveles de ignorancia. Como si una cosa tuviera que ver con la otra. ¿Cree Rosas acaso que si dos personas del mismo sexo se unen, los heterosexuales dejarán de formar familias? ¿Se desintegrará la familia del pastor automáticamente si los homosexuales piden igualdad de derechos?
(Video: Ana Araujo)
Y aunque Rosas y compañía se llenan la boca diciendo que son los homosexuales quienes quieren imponer su estilo de vida y preferencias al resto de peruanos, lo cierto es que el único que utiliza un cargo público de representación para tratar de imponer algo es él mismo. Veamos esta intervención en el Pleno del Congreso del 25 de setiembre.
"Si bien es cierto decimos que somos un Estado laico, eso no significa que debemos dejar de lado al Dios todopoderoso".
¿Qué cosa? Si el Estado es laico, señor Rosas, cada quien es libre de dejar de lado a aquellos dioses en los que no cree. ¿Quién es usted para asegurar desde un escaño de un parlamento nacional que todos los peruanos deben reconocer un texto como 'libro sagrado'? ¿Dónde cree que está? ¿En Perukistán?
¿Porque lo dijo George Washington? ¿Porque lo dijo Nelson Ned? ¿Qué diría si tomamos lo dicho los últimos 50 años -no hace dos siglos como George- por una enorme cantidad de presidentes, filósofos, científicos, artistas y demás personajes abiertamente ateos para obligarlo a adoptar su forma de pensar y considerarla sagrada? ¿Le gustaría?
Reconociendo derechos a los homosexuales nadie lo está obligando a volverse homosexual. Pero asegurar que 'el Perú debe reconocer la biblia como un texto sagrado' SÍ es imponer una creencia religiosa que nadie está obligado a adoptar.
Una vez más, ubíquese, señor Rosas. Ubíquese.
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