En medio del anuncio de un "relanzamiento" de Fuerza Popular, en el fujimorismo volvieron a demostrar que todo sigue igual y que no hay propósito de enmienda real. Este martes, sus congresistas dejaron sin quórum a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, por lo que no pudo sesionar como estaba previsto, para escuchar los descargos del exfiscal de la Nación Pedro Chávarry, a quien han blindado sistemáticamente todo este tiempo de las graves acusaciones que pesan en su contra (organización criminal, cohecho activo específico, peculado, abuso de autoridad, encubrimiento real, entre otros) y han evitado su destitución definitiva del Ministerio Público.
Chávarry llegó temprano al Palacio Legislativo y se retiró sin declarar, luego de que se frustró la audiencia en la que se iba a escuchar sus alegatos sobre las cuatro denuncias constitucionales que hay en su contra por sus presuntos vínculos con la banda criminal 'Los Cuellos Blancos del Puerto'.
Ya la semana pasada, esta subcomisión archivó la acusación contra el aún fiscal supremo por el caso de la sustracción de documentos de las oficinas lacradas de Ministerio Público, gracias a los votos del fujiaprismo, a pesar de las pruebas y las evidencias que lo incriminan. Al menos cuatro bancadas pedirán en la Comisión Permanente que se reconsidere esta votación.
Este martes, la sesión se frustró, porque solo estuvieron presentes ocho miembros de la subcomisión, y para que haya quórum se requiere al menos la presencia de la mitad más uno del total de integrantes, o sea nueve. Seis congresistas fujimoristas no acudieron: el mismo presidente de este grupo, César Segura, y sus colegas Luis Galarreta, Nelly Cuadros, Milagros Salazar, Karina Beteta, y Federico Pariona. Así, otra vez el pacto de impunidad se impuso.
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