En un encuentro con la Asociación de la Prensa Extranjera de Perú, el expresidente Ollanta Humala consideró que las denuncias e investigaciones por corrupción y violaciones a los derechos humanos en su contra son un "linchamiento político" y mediático sin precedentes en la historia de su país.
Para Humala existe un intento por destruir el proyecto político que lo llevó a la presidencia en 2011 y las transformaciones que logró, mediante la "judicialización" de la política. No obstante, aseguró que este "linchamiento" lo afronta cooperando con la justicia y sin preocuparse si puede resultar condenado.
El exjefe de Estado se refirió a las 19 investigaciones judiciales que afrontan tanto él como su esposa, Nadine Heredia. Sin embargo, se centró en los presuntos aportes financieros a su campaña del 2011, valorizados en US$ 3 millones de la empresa brasileña Odebrecht —confirmados por el expresidente de la compañía Marcelo Odebrecht y el representante de la constructora en el Perú, Jorge Barata— y las nuevas acusaciones por supuestas violaciones a los derechos humanos en el caso Madre Mía.
"Es un linchamiento al proyecto de cinco años de gobierno (...) Si no, no podríamos entender como mi esposa Nadine puede, sin haber sido funcionaria, haber acumulado 11 investigaciones judiciales por delitos que sólo pueden cometer funcionarios (...) o, en mi caso, como no encuentran cosas ilegítimas o ilegales (en su gobierno), se ocupan de nuestros orígenes", afirmó el expresidente.
Respecto al caso Odebrecht, el expresidente reiteró que, pese a las declaraciones del ex CEO de la empresa, el Partido Nacionalista nunca recibió apoyo económico de la empresa brasileña ni del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil y agregó que, si hubiese sido así, eso no constituye un delito en el Perú.
De otro lado, descartó haber violado derechos humanos como militar durante el conflicto interno en 1992 y dijo que las investigaciones reabiertas por el Congreso por su supuesta vinculación con torturas, ejecuciones y desapariciones forzadas no son más que parte de una "persecución".
"Tras mi paso por las zonas de emergencia, he vivido con tranquilidad porque no cometí violaciones a los Derechos Humanos (...) Estas denuncias entran cuando aparecí en política", afirmó.
Incumplió un manual del Ejército
Humala precisó que en aquella época en la era parte de la base militar en Madre Mía que luchaba contra la subversión, él incumplió un manual del Ejército para combatir a grupos como Sendero Luminoso, que pedía "eliminar" las bases y los aliados "políticos" de los terroristas, y no solo a los combatientes.
"Entre los oficiales fueron excepciones los que cometieron excesos. Hubo excesos, que deben ser sancionados claramente, pero en mi caso el manual no se cumplió. (...) La disciplina es cumplir con la Constitución y cuando un manual va en contra de la Constitución, es una norma indebida", indicó.
El caso "Madre Mía", por el que Humala ya fue investigado en 2006 durante su primera campaña presidencial, volvió a salir a la luz el pasado 26 de abril tras darse a conocer nuevos testimonios sobre el tema. Luego, la fiscalía anunció una nueva pesquisa al respecto.
Incluso el año pasado, a pocos meses de que termine su mandato, Humala y su esposa fueron restringidos por orden judicial de salir del país, mientras que en diciembre la exprimera dama fue obligada a retornar de Suiza —donde iba a incorporarse a un cargo en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO)— para que afronte las investigaciones en su contra en el país.
(Foto de cabecera: La República)
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