El 9 de enero de 2023, 17 personas perdieron la vida en Juliaca por la represión ejercida por las fuerzas del orden durante las manifestaciones en contra del gobierno de Dina Boluarte. El 9 de febrero, durante las masiva movilización llevadas a cabo para conmemorar un mes de la sangrienta jornada, enfrentamientos con la policía dejaron más de 20 heridos en la misma cuidad. Este último fin de semana en Juli, distrito de Puno, la respuesta de la policía y el ejército a las protestas dejó 20 heridos más por PAF, perdigones y bombas lacrimógenas. A su vez, en Lima, manifestantes de Puno, Ayacucho, Lambayeque y otras provincias también fueron víctimas de represión durante las marchas por la capital.
Tras casi tres meses de la asunción de Dina Boluarte como presidenta constitucional, las manifestaciones no han parado a lo largo del país, pero sobre todo en Puno. Es aquí donde, desde el comienzo, uno de los protagonistas en el estallido social ha sido la música. Orquestas, bandas de sikuris y cantantes de todas las zonas de la región se han unido semana tras semana a los paros y marchas.
Cuatro cantantes puneñas, Kelly Gironda, Miriam Calcina, Paloma Mamani y Edith Ramos, se han unido a diversas bandas de Juliaca grabar oficialmente el tema "Esta democracia ya no es democracia". La canción, de origen popular y anónimo, se ha vuelto el himno de las manifestaciones que comenzaron el 8 de diciembre, siendo interpretada y reapropiada por bandas y músicos de distintos géneros de todas las regiones del país.
Dina runa sipiq manan munaykichu Dina hiwayiri janiwa khitis munktamti
Esta última semana de protestas, las y los músicos de Puno han realizado un vídeo clip en colaboración con Intermedia Producciones. Ante la cuestión de por qué siguen luchando, no abogan por ninguna figura política, por nuevas elecciones o por algún referéndum. "Por nuestro futuro", es lo que responden. Las artistas y luchadoras sociales son conscientes de las riquezas que guarda su región, y temen por el destino con que les toque lidiar a sus futuras generaciones. Toman como referencia lo que ha venido pasando en otras regiones del país que afrontan hoy los daños colaterales del prometido "progreso" traído por el estado liberal: ecosistemas enteros anulados por la contaminación indiscriminada, terrenos ancestrales apropiados por empresas extranjeras en colusión con políticos locales, dependencia absoluta de las comunidades a una sola actividad económica, y más. Estos estragos económicos, sociales y ecológicos vienen de la mano de indiferencia y represión estatal, lo cual lleva a que las comunidades puneñas confíen más en la autoorganización y la solidaridad colectiva en lugar de esperar una respuesta gubernamental a sus reclamos.
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