Es moralmente repulsivo "dejar morir a la gente" cuando se tiene la facultad política de "cambiar el rumbo trágico de estos días", señaló, este domingo, la Defensoría del Pueblo en un pronunciamiento tras la fatal represión en Lima.
"En este escenario de notorias urgencias, la forma moralmente más repulsiva de actuar es dejar morir a la gente cuando se tiene en las manos la facultad política de pacificar y cambiar el rumbo trágico de estos días. El Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo pueden hacerlo. Cada día que pasa, la vida de alguien está en peligro, y la democracia -ese gran anhelo republicano- se va deshaciendo ante nuestros ojos", se lee en el pronunciamiento.
La noche del último sábado, el ciudadano Víctor Raúl Santisteban Yacsavilca falleció en Lima víctima de traumatismo encéfalo craneano con exposición de masa encefálica, según la necropsia. Según los videos, el civil fue herido en los momentos que la Policía reprimía a un grupo de manifestantes y brigadistas.
Esta muerte es la número 58 en el contexto de las protestas sociales que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y la Mesa Directiva del Congreso, y la primera que ocurre en Lima. Ante este escenario, la Defensoría lamentó que se haya perdido el valor por las vidas humanas.
"Constatamos con pesar que se ha perdido sensibilidad para valorar la vida; entonces, se la expone o se la ataca sin considerar su condición de única e irrepetible. La muerte de personas en protestas no es “costo social”, ni “daño colateral”. Es una afectación irremediable que sume en un dolor profundo a las familias, y profundiza las grietas emocionales y culturales entre todos nosotros", señala la Defensoría.
En ese sentido, resaltó que, en democracia, se considere como prioritaria las vidas de todos los ciudadanos sin distinción y que estas "no pueden ser interrumpidas por balas, pedradas o fuego".
Por último, señaló que el personal de la Defensoría está en hospitales, comisarías, en los lugares de las marchas, y en comunicación con entidades estatales y organizaciones sociales; "aceptados por unos, rechazados por otros".
"Nunca será suficiente defender derechos humanos en el Perú. Pero estamos también para recordar y recuperar el sentido ético de la función pública y de la conducta ciudadana, en cuyo centro está y estará siempre la vida humana", señala.
Según el último reporte de la Defensoría, hasta la fecha, han fallecido 47 civiles en medio de las protestas sociales, otros 10 civiles por hechos relacionados a los bloqueos de carreteras y 1 policía víctima de una turba.
[Foto de portada: Alejandro Cotrina]
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