El gobierno de Pedro Castillo y la sociedad civil deben cambiar de paradigma e impulsar la agricultura orgánica, señaló, este martes en La Mula TV, el presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), Fernando Eguren.
En el programa 'Al Filo', Eguren mencionó que hay una corriente a nivel mundial que advierte que no hay futuro con la agricultura industrial.
"La agricultura orgánica debe dejar de ser una promesa para convertirse en una realidad. La tensión a la cuestión alimentaria en el mundo viene desde el año 2007, cuando los precios de los alimentos subieron súbitamente. Desde ese momento, asuntos como la disponibilidad de recursos, el agua, los suelos, la biodiversidad y el cambio climático se han convertido en temas de suma importancia", dijo Eguren en entrevista con Javier Torres.
El sociólogo señaló que la conclusión a la que se ha llegado es que la agricultura industrial ya no debe tener futuro, ya que deteriora el suelo, contamina las aguas y reduce la biodiversidad con el uso excesivo de máquinas e insumos químicos, así como la practica del monocultivo.
"Hay una serie de indicadores que empiezan a demandar que hay que cambiar de paradigma en la agricultura", señaló.
En ese sentido, Eguren resaltó que la agricultura orgánica "no es una opción, tiene que hacerse", pero lamentó que "ni el Estado ni el negocio de la agricultura están sensibilizados con el tema porque el paradigma considerado como el ejemplo de cómo debe ser el agro peruano sigue siendo el de la gran inversión, las grandes obras de irrigación, el monocultivo y la exportación".
Al respecto, agregó el hecho de que durante la pandemia los valores de exportación fueron incrementándose ha hecho creer a los empresarios que ese sigue siendo el camino y ven a la agricultura orgánica como "una cosa menor", a pesar de que, "en términos estratégicos, es lo más importante porque de ahí viene la producción de alimentos".
"Uno de los resultados positivos que puede salir de esta crisis es un cuestionamiento mucho más fundamentado que parta de mucha más gente e instituciones de señalar que esta agricultura (industrial) no va y lo que tiene que ir es una agricultura orgánica, que sea menos dependiente de todos estos insumos que nosotros importamos. Esa es una corriente mundial. Ya ha pasado del umbral en el cual se consideraba como una cuestión solamente de los verdes, con cierto romanticismo. No, ahora se considera que es una necesidad. Yo tengo la esperanza de que sí se convierta en una opción que comience a instalarse en la agenda de la sociedad civil y del Estado", dijo Eguren.
¿Qué hacer para promover la agricultura orgánica?
En 'La Mula TV', el presidente de CEPES recordó que ya existe una Ley de Promoción de la Producción Orgánica o Ecológica (Ley 29196), que tiene el objetivo de "promover el desarrollo sostenible y competitivo de la producción orgánica en el Perú, desde el productor hasta el consumidor final". Sin embargo, Eguren señaló que el Estado debe simplificar el costoso proceso de Certificación de la Producción Orgánica.
"Hay cosas que son relativamente sencillas, como el cumplimiento de una serie de normas que ya existen en apoyo a la agricultura orgánica, pero que no terminan de instalarse ni aplicarse plenamente. Por ejemplo, tú necesitas certificaciones para determinar si una producción es orgánica o no y muchos productores no tienen los recursos suficientes para pagar esas certificaciones", dijo Eguren.
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) es la autoridad nacional encargada de la fiscalización de la producción orgánica. Según la lista publicada en la web del SENASA, solo hay 12 entidades de certificación, todas son privadas y ninguna está ubicada en regiones fuera de Lima y Callao.
Considerando estos costos de producción, Eguren reconoció que, actualmente, la agricultura orgánica debe enfrentarse a la realidad del mercado y que por ahora su acceso es limitado y está dirigido a las clases medias y urbanas. Ante ello, propuso que el Estado debería canalizar subsidios para que los productores orgánicos puedan competir en el mercado.
"Se tienen que hacer una serie de subsidios para conseguir el abaratamiento de los costos de producción. Estos subsidios pueden ser para la compra de insumos orgánicos. Hay cerca de 18 plantas de producción de fertilizantes orgánicos y mixtos. Eso se puede promover como se promueve cualquier industria, como ya se ha hecho en gobiernos pasados. No se necesita descubrir la pólvora, sino simplemente optar por destinar los recursos públicos hacia la agricultura orgánica", dijo en el programa 'Al Filo'.
Por otro lado, mencionó la importancia de que las universidades también cambien de paradigma en las carreras profesionales relacionadas a la agricultura.
"Otra cosa importante es el compromiso de instituciones como la Universidad Nacional Agraria La Molina. Las universidades, en sus facultades de agronomía, también tienen que cambiar de paradigma porque, finalmente, los que orientan desde el punto de vista técnico, que orientan la dirección de las investigaciones son profesionales de la agricultura. Entonces, se deben cambiar los currículos de las universidades, que sí tienen programas de agricultura orgánica, pero todavía son relativamente marginales. Ahí se podría dar un impulso bien importante", señaló.
Por último, Eguren mencionó la importancia de destacar las ventajas nutricionales de los productos orgánicos.
"Es importante también señalar, para el gran público, las ventajas del consumo de productos orgánicos y de llamar la atención sobre algo que se conoce, aunque no de manera tan difundida, que es la cantidad de tóxicos en muchos de los productos de consumo diario", advirtió.
Medidas para la emergencia
Mientras se promueve la agricultura orgánica, la medida inmediata es el reparto de fertilizantes a base de úrea, los cuales deberían estar dirigidos a los productores que van a garantizar el abastecimiento de alimentos, precisó Eguren.
"Ese es el criterio principal. Y no se debe confundir un programa de combate a la pobreza rural, no es el momento, hay otros medios para tratar de afrontar la pobreza de los muy pequeños agricultores, pero, en este caso de lo que se trata es tener el abastecimiento suficiente", dijo.
Asegurada la producción de alimentos, otro problema es el accceso a estos productos. En ese sentido, Eguren mencionó iniciativas como las ollas comunes y los comedores populares, pero, señaló, el Gobierno "está perdiendo la oportunidad de encontrar sinergias con la sociedad civil".
"Se debe promover que estas organizaciones se sigan formando fuera de Lima, porque están muy concentradas en la capital. Hay que incentivar y estimular porque el Estado no tiene la capacidad para satisfacer esa demanda de gente muy pobre, que con el efecto de la pandemia, sabemos que aumentó críticamente", señaló.
Otro tema preocupante es el desperdicio de los alimentos. El presidente de CEPES mencionó estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que indican que, a nivel mundial, la suma de pérdidas y desperdicios es de 30% del total de alimentos. En Perú, se estima que el promedio de pérdida y desperdicio de alimentos es de 47%, lo cual es gravísimo.
- Mira la entrevista completa a Fernando Eguren (CEPES) en La Mula TV:
[Foto de portada: Getty Images Signature]
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