Tras una semana de protestas no atendidas y hasta minimizadas por el gobierno de Pedro Castillo, este viernes, la movilización social explotó y se produjeron enfrentamientos con efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP). Con el grito de "Seremos luchadores y no espectadores", miles de ciudadanos y ciudadanas de la región Junín se movilizaron por las calles para reclamar por diversos problemas que los afectan, como el alza de los precios de los combustibles y de los alimentos.

Al paro, que inicialmente era de los transportistas, se unieron agricultores y madres y padres de familia, quienes pidieron al gobierno de Castillo que solucione estos problemas de la economía de la vida cotidiana.

La ausencia del gobernador Fernando Orihuela en el Gobierno Regional de Junín provocó la ira de los manifestantes, quienes atacaron el local. Además, los manifestantes también atacaron la Municipalidad de Huancayo.

Recién tras ocurridos estos hechos y a pesar de que el propio presidente minimizó la protesta, una comitiva del Poder Ejecutivo llegó a Jauja para intentar dialogar con la población, que ha manifestado su rechazo al que se supone debía ser un gobierno de las regiones y que tiene como presidente del partido oficialista a Vladimir Cerrón, exgobernador regional de Junín.


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