Una sobreviviente de la masacre en el distrito de Vizcatán, en una zona alejada del Vraem entre Junín y Ayacucho, donde fueron asesinadas 16 personas por un remanente de Sendero Luminoso, habló con el portal Ojo Público sobre lo ocurrido durante el despreciable atentado cometido por la facción que opera en la zona, al mando de Víctor Quispe Palomino ‘José’, según informó el Comando Conjunto de las FF.AA.

La víctima, quien se encontraba en uno de los dos bares atacados junto a tres amigos, detalló que se percataron del hecho cuando comenzaron a disparar en el bar de enfrente. “Pensábamos que era una pelea de borrachos, pero disparaban más y más; y la dueña, sus hermanas y yo nos escondimos en un cuarto, que al final lo quemaron”, indicó la mujer al comentar que se escondió debajo de una cama. 

Asimismo, relató que en un momento, cuando estaba a punto de escaparse del lugar hacia el monte, uno de los asesinos la vio y corrió detrás ella. “Aunque sea hiéreme, pero no me mates, no me mates, por favor”, le rogó. El hombre la miró y le dijo: “¿Sabes qué?, por esta vez te voy a salvar la vida”. La mujer solo dijo recordar a tres hombres armados, con fusiles en el pecho, vestidos de civil, sin botas. “Eran como gente normal”, asegura.

Después de acribillar a los asistentes, la sobreviviente dice haber observadocómo los asesinos revisaron sus bolsillos y robaron sus pertenencias, dinero, celulares y hasta se llevaron el dinero de las dos máquinas rocolas que funcionaban en ambos bares. “Eran civiles. No eran policías, no tenían polos negros de Sendero [Luminoso]. Era gente normal, vestidos con ropa a colores. No usaban botas. Dicen que los terroristas dejan su lema, que los terroristas son así y asá, pero no decían nada señor, solo mataban”, señaló.

En diálogo con Ojo Público, el presidente de la Central Asháninka del Río Ene (CARE), Ángel Pedro Valerio, indicó que desde hace varios años los líderes indígenas que viven cerca del centro poblado San Miguel del Ene le han alertado sobre la creciente actividad del narcotráfico y el aumento de los cultivos de coca. “Este es el centro del Vraem, del narcotráfico, las comunidades indígenas denuncian que los cultivos de coca se vienen extendiendo en sus territorios”, indicó.

Valerio considera que no se trata de una guerra ideológica de los remanentes de la facción de Víctor Quispe Palomino en el Vraem, sino del negocio del narcotráfico. “Los remanentes terroristas acompañan y protegen a los cocaleros, y una vez que estos se instalan los primeros se retiran. Los dejan allí instalados. Nos invaden, nos quitan nuestro territorio y allí siembran hoja de coca. El avance es bárbaro”, dijo el líder asháninka.

En busca de beneficio político

El exministro del Interior, Fernando Rospigliosi, y ahora parte del equipo técnico de Keiko Fujimori, aseguró que el atentado en el Vraem tiene "connotación política". En entrevista con RPP, aseguró que era "una masacre espantosa” y se mostró de acuerdo con las declaraciones del director de la Dircote, el general Arriola.

“Es realmente distinto a otras cosas y, sin duda, tiene una connotación política porque han dejado volantes que dicen ‘No a Keiko’. Están dando una señal al país y a toda la gente del Vraem, a la que tienen amenazada”, expresó.

En ese sentido, recordó las investigaciones contra el congresista electo de Perú Libre, Guillermo Bermejo, quien es acusado de formar parte de organizaciones terroristas. “Han acusado al congresista Bermejo de haberse reunido con los terroristas del Vraem. Hay seis testigos que lo han acusado por eso. Lo hizo, según la Direccion contra el terrorismo, por tres nexos y con el señor Vladimir Cerrón”, apuntó.

“No se trata acá de la interpretación de un bando u otro bando, se trata de lo que dice la Dirección contra el terrorismo”, añadió.

(Foto: Andina)

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