Estaba cantado que el fujimorismo y sus aliados del Apra, los dos principales responsables de la actual crisis política, se iban a oponer a la propuesta que anunció el domingo el presidente Martín Vizcarra, para adelantar al 2020 las elecciones generales en el país y elegir así un nuevo Congreso y Ejecutivo.

Cuando las calles clamaban el cierre del Parlamento, el jefe de Estado optó por otro camino, en una nueva jugada de ajedrez que pone en jaque fujiaprismo, al ser audaz y reflejar desprendimiento, según analistas, porque implica que él también deje el poder. "Nos vamos todos", dijo el mandatario en el hemiciclo en su discurso por Fiestas Patrias.

El vocero de Fuerza Popular, Carlos Tubino, adelantó que es muy improbable que el Congreso apruebe la propuesta presidencial, para que luego pueda ser ratificada en un referéndum por la población, según señala el artículo 206 de la Constitución.  "El adelanto de elección ya está [estipulado] en la Constitución Política del Perú y tenemos que respetar lo que dice, cualquier otro camino no es posible", dijo en El Comercio el legislador fujimorista.

Se refería, por su puesto, a que el presidente Vizcarra y la vicepresidenta Mercedes Aráoz renuncien, para que asuma el actual titular del Congreso, en este caso Pedro Olaechea, y este convoque a elecciones adelantadas. Es la salida más conveniente a sus intereses, pero no es la única, como señala el portavoz naranja. Ya el mismo Olaechea había adelantado que se atrincherarían en sus curules bajo la excusa de defender la "institucionalidad" del país,

"La otra propuesta [de recortar un año el mandato presidencial y congresal] no existe en la Constitución y pretender hacer un cambio en la Constitución acorde a lo que el presidente desea es un tema de difícil aprobación".

En el mismo sentido de pronunció el Apra, a través de un comunicado de su comité político, que además culpa a Vizcarra de la crisis, cuando es al revés, porque lo que busca el mandatario al adelantar elecciones es una salida viable que desentrampe la situación, al considerar que no puede seguir gobernando el país sin las reformas políticas que planteó, y que el Congreso desvirtuó o descartó de plano, como en el caso la de la inmunidad parlamentaria.

"Si Martín Vizcarra es consciente de la crisis a la que ha llevado el país, debe renunciar [...] Si asume el fracaso de su gestión y busca una salida inmediata, pues esa es la respuesta. Su renuncia y la de la vicepresidenta (Mercedes Aráoz) es el camino más expeditivo para tener elecciones generales el 2020".



La propuesta de Martín Vizcarra, que se formalizará este miércoles en un proyecto de ley que se remitirá al Congreso, implica una reforma constitucional, para lo cual se necesita del voto de la mayoría absoluta de congresistas (66 al menos), y luego conseguir el respaldo mayoritario de la población vía un referéndum. Haciendo las sumas, hay 52 votos entre las bancadas que apoyarían el adelanto de elecciones, como Peruanos por Kambio, Nuevo Perú, Frente Amplio, Alianza para el Progreso, Liberal, Acción Popular y Unidos por la República.

El otro camino constitucional es más improbable aún, porque implica que el Pleno del Congreso apruebe la propuesta en dos legislaturas, con más de dos tercios de votos a favor (al menos 87 votos), cada vez, con lo cual se podría prescindir de la consulta popular.

Y la última opción es la única que admite como una posibilidad el fujiaprismo: que el presidente Vizcarra y la vicepresidenta Aráoz renuncien y con ello Olaechea, al  ser presidente del Congreso, asumiría las funciones de jefe de Estado, y Karina Beteta, vicepresidenta del Legislativo, tomaría las riendas del Parlamento.

Lee también

Adelanto de elecciones generales, una propuesta legal y audaz pero incierta, según expertos

La reacción de Olaechea a la propuesta de adelantar elecciones generales [VIDEO]

Los millones de soles que dejarían de recibir estos congresistas si se adelantan elecciones