El presidente Martín Vizcarra propuso reformar la Constitución para adelantar las elecciones generales en el país para el 2020, en su discurso por Fiestas Patrias, en un nuevo movimiento de ajedrez que vuelve a poner en jaque al fujimorismo y sus aliados que controlan el Congreso, que ya adelantaron que se atrincherarán en sus curules.

Cuando una amplia mayoría del país le pedía que cierre el Parlamento, en virtud de que varios de los seis proyectos de reforma política se modificaron o desvirtuaron de plano en el Congreso, como el de la inmunidad, el jefe de Estado optó por otro camino, que es audaz y refleja desprendimiento, según analistas, porque implica que él también deje el poder. "Nos vamos todos", dijo Vizcarra este domingo en el hemiciclo del Congreso.

La propuesta presidencial debe aprobarse en el Congreso y luego ser ratificada en referéndum por la población, según lo estipula el artículo 206 de la Constitución, el cual dice que puede reformarse la carta política del país, con una votación a favor de la mayoría absoluta de los congresistas (66 votos al menos), y luego conseguir el respaldo mayoritario en una consulta popular.

El otro camino constitucional es que el Parlamento apruebe la propuesta en dos legislaturas, con más de dos tercios de votos a favor (al menos 87 votos), cada vez, con lo cual ya no habría referéndum. Pero esta ruta es más complicada que la planteada por Vizcarra, debido al poco tiempo que hay para que se apruebe y a las resistencias de los congresistas para hacerlo. Igual será un reto conseguir los 66 votos para forzar el referéndum.

"Es una salida digna", apuntó el premier Salvador del Solar en Latina, al comentar la propuesta del mandatario que, en lugar de cerrar el Congreso, a pesar del clamor popular, prefirió plantear el adelanto de elecciones ante el entrampamiento político actual, tras el rechazo del Parlamento de reformas claves como el de la inmunidad, lo que puede considerarse como una especie de negativa diferida de la confianza otorgada al Ejecutivo. 

La medida cuenta con el respaldo del gabinete en pleno, agregó Del Solar

"En ese escenario lo que acordamos como Consejo de Ministros fue no ir a la opción del cierre del Congreso, sino que preferimos tomar el rumbo en el sentido de adelantar las elecciones".

La propuesta

La crisis política actual se empezó a incubar hace tres años, principalmente, por el talante obstruccionista y confrontacional que mostró Fuerza Popular, luego de que la jefa del partido, Keiko Fujimori ─hoy en prisión preventiva─ perdió por segunda vez consecutiva la Presidencia en las elecciones de 2016, pero su bancada obtuvo una mayoría aplastante en el Congreso.

"La tensión dada la obstrucción parlamentaria a las reformas (políticas) generó falta de gobernabilidad para que el Ejecutivo pueda llevarlas adelante. Ante esto, ha decidido el presidente adelantar elecciones y que el pueblo soberano decida quién será la nueva mayoría parlamentaria y quién ejercerá la presidencia", dijo en La República el jurista César Landa, expresidente del Tribunal Constitucional.

La también constitucionalista Elena Alvites, profesora de la Universidad Católica (PUCP), comentó que la propuesta de Vizcarra puede que se considere extrema por el momento político que atraviesa el país, pero es una medida que se apega a la que manda la Constitución. " (La medida) sigue los cauces constitucionales y busca la incorporación en la Constitución del adelanto de elecciones generales", anotó.

El desenlace 

El camino para adelantar las elecciones general será muy complicado, en principio porque el fujimorismo y sus aliados, con toda probabilidad, se negarán a aprobar la reforma en primera votación, para que pueda ir a referéndum. El pronunciamiento del nuevo titular del Legislativo, Pedro Olaechea, es casi un anuncio de las pugnas que se vienen.

Para el abogado Pedro Grández, docente de San Marcos y la PUCP, el oficialismo tendrá que iniciar una negociación con la oposición, pero con una ventaja clave, ya que el presidente Vizcarra planteó la medida como un asunto que compromete a toda la clase dirigente, por encima de los intereses partidarios."Y si el Congreso se opone, se verá como mezquino y creo que no están dispuestos a que ello ocurra", comentó.

El Ejecutivo necesita 66 votos en el Congreso para sacar adelante su propuesta y las bancadas que han anunciado su respaldo al adelanto de elecciones (Peruanos por el Kambio, Nuevo Perú, Frente Amplio, Alianza para el Progreso, Liberal, Acción Popular y Unidos por la República) suman 52 votos, lejos de lo que se requiere.

Otro escenario probable que el presidente Vizcarra y la vicepresidenta Mercedes Aráoz renuncien si el Congreso no aprueba el adelanto de elecciones. Ante ello, se deben realizar comicios generales, pero bajo este escenario el fujimorismo tendría mayor poder, porque Olaechea, como presidente del Congreso, asumiría funciones de jefe de Estado, y Karina Beteta, vicepresidenta del Legislativo, asumiría como la titular del Parlamento.

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