Esta semana, la página de la Gerencia de la Mujer de la Municipalidad Metropolitana de Lima publicó un anuncio sobre una serie de talleres que, según su titular, trataban sobre "empoderamiento" femenino.

En sus redes sociales, 'Mujer Lima' anunció que realizaría las siguientes actividades:

El problema con estos talleres es que parecen haber sido elegidos y planeados bajo una mirada llena de estereotipos de género. Estos consisten en ideas preconcebidas sobre lo que "deben" o no hacer hombres y mujeres en la sociedad.

La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU advierte que los estereotipos de género son "nocivos" cuando limitan las capacidades de las personas para desarrollar sus facultades y tomar decisiones acerca de sus proyectos de vida. Por ello, resalta que:

"El derecho internacional de los derechos humanos asigna a los Estados la obligación de eliminar la discriminación contra hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida. Esta obligación exige que los Estados adopten medidas para abordar los estereotipos de género, tanto en la esfera pública como en la privada, así como para evitar la utilización de dichos estereotipos".

En el caso de la publicación de la Muni de Lima, los talleres están reduciendo las capacidades de las mujeres a los roles de cocineras, decoradoras o tejedoras. El tono más machista lo encontramos en ese taller de "Torta para papá", que no solo le asigna a las mujeres el rol de reposteras, sino de servidoras del hombre.

No se consideró que las mujeres podrían necesitar otro tipo de talleres, especialmente considerando la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran en nuestro país: 58 mujeres perdieron la vida víctimas de feminicidio en lo que va del 2019 (enero-mayo) y Perú es el segundo país con mayores índices de acoso (41%) en América, según Datum Internacional.

Además, estos talleres estaban bajo el rótulo de "empoderamiento" para mujeres. Según la Real Academia Española, empoderamiento es la acción y efecto de "hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido”. La antropóloga mexicana Marcela Lagarde precisa que se trata de un:

“Proceso de transformación mediante el cual cada mujer, poco a poco o a pasos gigantes, deja de ser objeto de la historia, la política y la cultura, deja de ser objeto de los otros y se convierte en protagonista y en sujeto de su propia vida. Es un proceso a través del cual cada mujer se faculta, se habilita y desarrolla la conciencia de tener derecho a tener derechos y a confiar en la propia capacidad para conseguir sus propósitos. Este proceso se hace necesario si se tiene en cuenta la constante desautorización de las mujeres y las dificultades con las que se encuentran para poder capacitarse y sentirse valoradas y reconocidas”.

Finalmente, ante las críticas, la Municipalidad de Lima eliminó la publicación con esos talleres.

Y los reemplazó por estos otros talleres, que se siguen limitando a ofrecer a las mujeres capacitación en repostería, joyería, decoración y tejido. Lo que hizo la Municipalidad fue quitar el título de "empoderamiento" y el taller que pretendía servir a los padres.

La Gerencia de la Mujer de la Municipalidad Metropolitana de Lima dice tener el objetivo de "promocionar y proteger los derechos de las mujeres".


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