En el marco del Hay festival, en Arequipa, su tierra natal, el Nobel peruano Mario Vargas Llosa se refirió a la crisis política nacional que atraviesa el país durante una charla que tuvo con la periodista cubana Yoani Sánchez y la peruana Rosa María Palacios, en la que habló de los niveles de corrupción que tienen bajo acecho a la democracia y cuestionó el manejo del Parlamento en los últimos dos años en que ha estado bajo control del fujimorismo.
"El gran problema del Perú no es que haya democracia. Hay democracia, pero una democracia profundamente corrupta", dijo el escritor de 82 años ante una nutrida asistencia en el Teatro Municipal de la Ciudad Blanca para escucharlo.
"Las personas que elegimos, que llevamos al poder con tantas ilusiones y esperanzas, se dedican a robar. Y entonces es claro que hay una enorme decepción".
Sobre la crispación que ha dominado la relación ente el Ejecutivo y el Legislativo en los últimos dos años, Vargas Llosa subrayó que la solución no pasa por cerrar el Congreso, pese a que un clamor popular, porque esa salida sería "optar por la vía insurreccional que nos ha traído las catástrofes que hemos vivido".
"El Congreso no puede ser un obstáculo para el país. Ojalá en la próximas elecciones no repitamos el error de elegir a un Congreso fujimorista".
En otro momento de su intervención, el Nobel de Literatura dijo que el fujimorismo ha entrado en proceso de extinción, en alusión a la actual situación del movimiento que fundara Alberto Fujimori en los 90, que hoy pasa quizá la peor crisis desde su irrupción en la política nacional, con su fundador cerca de volver a prisión y su hija y heredera política, Keiko Fujimori, bajo prisión preventiva, acusada de liderar una organización criminal que funcionaba en paralelo a su partido para lavar dinero de origen ilícito para su campaña electoral.
"Las dictaduras no duran, las dictadura se acaban. Y todos los dictadores del Perú han dejado una coleta política", dijo, al mencionar, como ejemplos, a los regímenes de Sánchez Cerro, Odría, Velasco Alvarado y el del mismo Alberto Fujimori.
"¿Qué han quedado de todos ellos? No ha quedado nada. Bueno, yo creo que a través de lo que ha ocurrido en estos últimos tiempos, el fujimorismo ha entrado en esas coletas de las dictaduras, en un proceso de extinción, o en todo caso de debilitamiento, que lo conduce a la extinción. Creo que eso será una muy buena experiencia para el Perú".
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