Ahora se entiende mejor las razones por las que el Congreso bajo el control del fujimorismo no quiere que se les fiscalice, como a cualquier entidad del Estado. Los últimos destapes de los medios sobre los gastos superfluos en el Parlamento —televisores, frigobares y hasta arreglos florales—, que provocaron incluso que su presidente, Luis Galarreta, amenace a la prensa, ponen en la mira al Legislativo.
El contralor Nelson Shack informó que la institución que dirige tiene programada una auditoría exhaustiva en el Congreso de la República respecto a la ejecución de obras, servicios y bienes en los últimos dos años, en los que ha estado en manos de Fuerza Popular.
"Tenemos programado para el segundo semestre de este año, así como lo hemos hecho antes, hacer una auditoria de cumplimiento mucho más profunda respecto de todos los procesos de ejecución de obras, servicios y bienes realizados desde julio y agosto del 2016 hasta junio del 2018 en curso", dijo Shakc, citado por la agencia Andina.
El anuncio se da en un contexto en el que, el pasado 27 de marzo, el presidente Martín Vizcarra promulgó la Ley de Fortalecimiento de la Contraloría, que había sudo observada por PPK, pero que fue aprobada por insistencia en el Parlamento.
La norma señala que el propio Congreso es el que elegirá al jefe de la Oficina de Control Interno (OCI) del Parlamento, lo cual fue muy cuestionado en su momento, ya que en el resto de entidades del Estado esta decisión recae en la Contraloría.
Sin embargo, el jefe de Estado expresó este domingo, en una entrevista con Cuarto Poder, una postura distinta la norma que el mismo promulgó:
"[Estoy] totalmente de acuerdo en que la contraloría también debería nombrar al jefe de Orden de Control Interno (OCI) del Congreso. Lo que pasa es que la contraloría no podía nombrar a los miles de municipios que hay, en el Perú hay 2.000 municipios".
Vizcarra también insistió en que "las instituciones públicas del Perú deben hacer un esfuerzo en disminuir los gastos superfluos", al ser consultado sobre la más reciente compra de televisores, frigobares, útiles de oficina y hasta flores por parte del Congreso.
Sobre las cuestionadas adquisiciones, el contralor Shack indicó que su institución tiene acreditada una comisión auditora en el Congreso para atender las denuncias sobre gastos innecesarios y suferfluos.
"Hemos dicho que el Congreso no está fuera del organismo de control, a partir de las denuncias y las informaciones de medios hemos acreditado de inmediato una comisión de control para ver el tema de compras (de televisores y frigobares)".
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