En política, las coincidencias no existen. De ahí parten las sospechas de que Kenji Fujimori ha negociado con Fuerza Popular su silencio ante la fiscalía, para que no declare en contra de su hermana Keiko Fujimori en la investigación por lavado de activos que se le sigue, a cambio que no sea desaforado del Congreso.
El lunes último, el menor de los Fujimori dio un giro inesperado con su testimonio ante el fiscal José Domingo Pérez, al que le dijo que desconocía si su hermana o su partido tuvieron alguna relación, directa o indirecta, con Odebrecht, pese a que había afirmado incluso que tenía pruebas de actos de corrupción y hasta prometió entregarlas a mismo titular del Ministerio Público, Pablo Sánchez.
Pero en su reciente testimonio dijo que metía "las manos al fuego" por su hermana y aseguró que desconocía cómo se recaudaron los aportes para la campaña del 2011, comicios en los que el exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, afirmó ante la fiscalía que la constructora brasileña aportó 1.2 millones de dólares para la candidatura de Keiko Fujimori.
En el Ministerio Público sostienen que lo que Kenji ahora pretende es entorpecer las pesquisas contra su hermana y Fuerza Popular por los aportes no ilegales de Odebrecht. ¿Pero cómo es que pasó de anunciar que sería testigo "en los casos necesarios" y que iba a demostrar "quiénes son los corruptos" en el fujimorismo, a proteger a su hermana Keiko?
Para el congresista no agrupado Gino Costa han podido ocurrir dos cosas: "Kenji estaba fanfarroneando y no tenía información, o se ha puesto de acuerdo para que no lo desafueren". Su colega de Acción Popular Yonhy Lescano se inclina por lo segundo, poque sostiene que hay un "blindaje" que tiene como finalidad que "ella se salve de la investigación que se le sigue (en la fiscalñia), y él del desafuero en el Congreso". "Quizá han aparentado una pelea política. Si él no ha dado ningún dato (al fiscal), es porque nos están tomando el pelo a todo el país", anotó el legislador.
"Está negociando su supervivencia en el Congreso, pero perjudica su situación porque todo indica que oculta pruebas", sostuvo por su lado el congresista del izquierdista Frente Amplio, Marco Arana. "Kenji ya está desaforado para la opinión pública", anotó a su turno el congresista oficialista Juan Sheput, quien sostiene que el más perjudicado en esto el hermano de Keiko, cuya popularidad, en efecto, se ha desplomado.
Las dudas crecen cuando el vocero de Fuerza Popular, Daniel Salaverry, anunció el martes que su bancada aún no ha definido una postura ante el desafuero de Kenji por los videos en los que evidencia un supuesto intento de compra de votos para evitar la vacancia de PPK en el Congreso. pese a que fue su propia bancada, que controla el Congreso, la que denunció al menor de los Fujimori para despojarlo de su curul.
Salaverry, por supuesto, negó un acuerdo de este tipo con Kenji. "Lo descartamos. Esas son especulaciones", sostuvo. "No ha mostrado pruebas porque no existen", anotó el vocero del fujimorismo, al subrayar que para desaforar al hermano de su jefa del Congreso se necesitan 88 votos. Es decir, que no depende solo de ellos.
"Hace meses que no hablo con mi hermano. Ese tipo de declaraciones que he escuchado son falsas", dijo al misma Keiko Fujimori ante las sospechas que han expresado legisladores como Costa y Lescano.
Sea como fuere, Kenji Fujimori ha perdido toda credibilidad. Y Keiko, de momento, se puede dar un respiro.
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