Todos los movimientos de los fiscales peruanos José Domingo Pérez y Rafael Vela Barba fueron seguidos muy de cerca y registrados en Sao Paulo, Brasil, a donde viajaron para interrogar al exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, a fines de febrero, sobre los aportes de campaña que hizo la constructora brasileña a casi todos los candidatos presidenciales.
El Ministerio Público ya investiga este reglaje —práctica ilegal que se hizo muy común en los 90, durante el régimen fujimorista—, reveló este domingo Cuarto Poder, que denunció que el objetivo del seguimiento y vigilancia era el fiscal José Domingo Pérez, quien investiga a la jefa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, por los aportes irregulares de Odebrecht a su campaña.
Según Cuarto Poder, el magistrado fue advertido del seguimiento y la vigilancia de la que era objeto por una de sus fuentes, un periodista, quien lo alertó y le entregó ademas las imágenes que fueron difundidas por el dominical, en las que se le ve, junto a su colega Rafael Vela, conversando en el lobby del hotel Meliá de la ciudad de Sao Paulo con el reportero Daniel Yovera, del referido programa periodístico.
El informe periodístico detalla que las imágenes del reglaje en Brasil eran enviadas de inmediato a Lima por una tercera persona. El material terminó en el celular de un periodista, quien abrió las fotos y videos, y le avisó al fiscal Pérez que todos sus movimientos estaban siendo seguidos y registrados.
De acuerdo con un análisis inicial que hizo la fiscalía de las imágenes, el objetivo parece ser dejar a Pérez Gómez como un filtrador de información a los medios, para deslegitimar su trabajo, una tesis que se refuerza con la reacción de algunos miembros del fujimorismo, como la congresista Luz Salgado.
Pero lo cierto es que el informante del fiscal Pérez le dijo que por órdenes de Keiko Fujimori, tres personas viajaron a Sao Paulo para seguir y registrar sus actividades y movimientos. Según esta versión, uno tuvo la misión de fotografiar y grabar los videos con cada paso que daban los fiscales Pérez y Vela; otro estuvo a cargo de la logística para este reglaje, y el tercero incluso estuvo presente en la diligencia en la que Barata fue interrogado, para transmitir a Lima, casi en tiempo real, cada una de las afirmaciones que hacía el exejecutivo brasileño.
De hecho, el magistrado a cargo de investigar a Keiko Fujimori fue alertado del reglaje la misma noche del 28 de febrero, tras el interrogatario a Barata. "Los fujis preparan ataque. Tengo las pruebas", decía el primer mensaje en WhatsApp. Luego recibió el material que confirmaba el seguimiento.
Al revisar las fotos y videos del reglaje del que había esta siendo víctima, Pérez le preguntó a su informante Pérez quién le enviaba esa información. "Fue un asesor fujimorista que trabaja en el local de Morochucos, donde Keiko tiene su oficina personal. No puedo decir quién se encargó de eso", respondió la fuente del fiscal, quien precisamente había allanado en diciembre pasado ese local partidario en Surco.
En el informe que redactó el fiscal Pérez a sus superiores sobre este tema, que ya es materia de investigación, pide que se indague sobre las razones por las que el dirigente y asesor de prensa de la bancada de Fuerza Popular Víctor Medina viajó a Sao Paulo por las fechas en que Barata fue interrogado, y con qué recursos lo hizo. El fujimorista no quiso declarar en Cuarto Poder, pero sí envió un oficio al Congreso controlado por su partido en el que alega que estuvo de "vacaciones" en Brasil.
El fiscal Pérez no tiene un resguardo adecuado, si se tiene el cuenta que ve casos muy sensibles. Solo tiene los cuida un policía. El coordinador de las fiscalías de Lavado de Activos, Rafael Vela, ni siquiera tiene seguridad asignada.
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