A puertas de cumplirse un año del incendio que dejó cientos de damnificados de la comunidad shipibo-konibo en la zona de Cantagalo, en el Rímac, los afectados se siguen esperando la construcción de un complejo habitacional que prometió la Municipalidad de Lima para reubicarse.

Hace aproximadamente 11 meses, más de 230 familias —220 según los dirigentes de la asociación Acushikolm— dejaron ese espacio de 19 mil metros cuadrados, de manera temporal, para la construcción del nuevo conjunto habitacional, ejecutado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento.

A pesar de que todas las familias tenían que abandonar el terreno antes del 4 de setiembre, esto no ha se pudo concretar debido al retraso de los pagos mensuales de 500 soles que la municipalidad debía entregar a los damnificados para que con se dinero paguen el alquiler de un alojamiento mientras se realicen las obras del nuevo complejo en la rivera del río Rímac.

Sumado a esto, enfrentamientos entre las asociaciones de la comunidad (Acushikolm, Ashirel y Avshil) por los pagos y la reubicación han evitado que el sector Vivienda comience con los trabajos. En tanto, la Municipalidad de Lima ha señalado que el retiro de los pobladores culminó este fin de semana y que queda pendiente realizar los labores de limpieza, informó La República.

El municipio quiere que salgamos para después entregarnos los 500 soles. Si no tenemos dinero, ¿a dónde vamos a ir? Igual, haremos el esfuerzo para salir. Ojalá nos dejen volver”, sostuvo Roger García, quien hasta el domingo permanecía en la zona alistado sus pertenencias junto a su familia para la mudanza.

Pagos graduales

Wilson Valle, presidente de la asociación Acushikolm, manifestó que el pago prometido por la municipalidad se viene dando de manera gradual desde la semana pasada. El bono de 500 soles para su reubicación se ha dado hasta el momento a 100 familias. Se espera que esta semana se le entregue a otras 50. “Primero desocupamos el predio, luego la municipalidad toma fotos, llenamos fichas y se remite el dinero”, agrega el vicepresidente de Ashirel, Lorenzo Vásquez.

La comunidad shibipo-konibo espera retornar al lugar en diciembre del 2018, cuando esté listo el nuevo complejo.

DATO

► Denuncia. Acushikolm señala que en los 238 empadronados se han incluido familias que no son de la comunidad.

(Foto de cabecera: Andina)

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