En medio de la creciente tensión política y social, por las acusaciones de fraude electoral en los comicios del domingo último, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la noche de este miércoles que la instalación de su cuestionada Asamblea Nacional Constituyente se aplazó 24 horas.
"Se ha propuesto que la instalación, en vez de hacerla el jueves, se organice bien, en paz y en tranquilidad, y se haga para el próximo viernes", dijo el mandatario ante los casi 500 diputados del total de 545 que conforman la Asamblea, convocados a una sorpresiva "reunión de trabajo" en El Poliedro de Caracas, recinto para shows y eventos deportivos en el suroeste de la capital venezolana.
La juramentación de los constituyentes afines al régimen estaba prevista para este jueves, pero la oposición convocó para el mismo día una gran movilización hacia el Palacio Legislativo, en el centro histórico de la ciudad, en donde ahora funciona el Parlamento y se espera que sesiona la nueva Asamblea Constituyente.
La decisión de Maduro busca evitar que se desencadenen actos de violencia en las movilizaciones, así como en el desalojo de los diputados de la actual Parlamento que el chavismo quiere reemplazar por la Constituyente, que ha recibido una fuerte condena internacional y se ha puesto en duda su legitimidad, por su composición sectaria y las denuncias de fraude en las elecciones del domingo último.
El mandatario chavista aseguró que se conformará una "comisión de enlace" entre los constituyentes oficialistas para conversar con los diputados de la oposición y garantizar un traspaso "en paz" de la sede parlamentaria, pero también solicitó a los delegados de la Constituyente que anulen el fuero parlamentario de aquellos congresistas opositores que —considera— promovieron el "terrorismo" durante los últimos cuatro meses de protestas sociales contra su Gobierno. "Hay que hacer justicia, pero eso ya no me toca a mí, es tarea de ustedes", advirtió a los recién elegidos para redactar una nueva Constitución.
Investigación por fraude
Entre tanto, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, anunció el inicio de una investigación por el fraude realizado en la votación para la Asamblea Nacional Constituyente de Maduro, tras la denuncia de Antonio Mugica, presidente ejecutivo de Smartmatic, empresa a cargo del voto electrónico en Venezuela desde el 2004, quien dijo que las cifras de la participación en la elección fueron manipuladas al menos en un millón de votos.
Luisa Ortega díaz, la fiscal general de venezuela. (EFE)
"Ese anuncio que hizo el representante [de Smartmatic] es muy grave porque señaló que hubo manipulación de las cifras. Puedo asegurar que esto es un elemento más de todo un proceso fraudulento, ilegal e inconstitucional que representa la Constituyente presidencial", dijo Ortega en diálogo con CNN en español.
Ortega Díaz precisó que la investigación abierta incluye a las cuatro rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) porque "es importante para la población saber el alcance del fraude que ha ocurrido" en la Constituyente. "Estamos ante un hecho grave que constituye un delito que podría ser considerado un delito de lesa humanidad [...] Ya tenemos en curso una investigación porque esto puede generar que el conflicto sea mayor", apuntó la magistrada.
La fiscal, una antigua chavista, sostuvo que la crisis que vive Venezuela fue lo que la llevó a convertirse en una de las voces más críticas del régimen de Maduro, al punto de que ahora es símbolo de la resistencia al oficialismo, que ya busca su destitución.
"Yo no he cambiado, yo siempre he sido la misma (...) Yo creo que los que cambiaron fueron otros. Entonces creo que no tengo que hacer ninguna revisión de mi postura ahora o antes. Mi postura ha sido siempre la misma, desde hace cinco, diez o dos años, sigo actuando de la misma manera. Yo creo que quienes tienen que revisarse son otros".
En la entrevista con CNN, Ortega hizo además una grave denuncia: que su hija y nieto fueron secuestrados cuando ella se encontraba en Brasil, tratando el Caso Odebrecht. Fueron liberados luego de tres días.
"En el momento que me encontraba en Brasil reunida con 19 fiscales generales tratando el tema de Odebrecht que es un tema de corrupción que ha afectado a toda la región, atendiendo una convocatoria que hizo el fiscal general de Brasil, fue secuestrada mi hija y mi nieto (...) tuve que abandonar la reunión y trasladarme inmediatamente hasta aquí", comentó.
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