Escala la tensión y la violencia, que ha generado una diáspora de venezolanos. La huelga general de 48 horas convocada por la oposición venezolana en contra de las elecciones para la Asamblea Constituyente del domingo arrancó el miércoles con duros enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en Caracas.
Dos personas han muerto. Una de ellas un joven de 16 años en Petare, al este de la capital venezolana, y la otra un manifestante en Ejido, en el Estado de Mérida, en el noroeste del país, según confirmó la fiscalía. Con estas dos fallecimientos son ya 105 las víctimas mortales durante los 117 días de protestas contra el régimen de Nicolás Maduro, de acuerdo con datos oficiales, en lo que además se ha desatado una feroz represión.
Un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana dispara contra manifestantes opositores (EFE).
El vicepresidente del Congreso venezolano, Freddy Guevara, indicó que la primera jornada de la huelga fue un éxito y calcula una paralización general del 92%. Las principales calles de Caracas, así como la autopista Prados del Este se cerraron con barricadas. Ahí se registraron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Un hombre herido es atendido durante la protesta contra el gobierno de Maduro. (Reuters)
En el centro de Caracas, donde funcionan las oficinas gubernamentales, el paro bno se acató en la misma medida que en otros zonas: había gente en la calle y comercios abiertos, según reportaron medios locales. Esto en parte porque altos cargos del régimen realizaron operativos para entregar los llamados carnés de la patria, con los que se identifica a los beneficiaros de los programas sociales del chavismo. Además, repartieron bolsas de comida en las parroquias del oeste de la capital venezolana, mientras que en los comerciantes surtieron efecto la amenaza de sanciones tributarias y las advertencias de las colectivos del chavismo, grupos armados.
Un manifestante lanza un cóctel molotov durante los enfrentamientos. (EFE)
Uniformados se protegen del fuego en medio de unos enfrentamientos durante una de las protestas. (EFE)
Por su lado, Erick Zuleta, presidente de la Federación Nacional de Transporte, dijo el paro de los autobuses fue un éxito, aunque dijo que el Gobierno obligó a algunas empresas de transporte a sacar sus unidades con la amenaza de confiscarles los buses si acataban la medida de fuerza.
Un manifestante levanta una bandera venezolana ante miembros de la guardia chavista (EFE).
Entre tanto, Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores, afirmó que hubo un alto respaldo a la huelga en el sector público, sobre todo en el área petrolera, la banca y también en el transporte.
Un periodista herido durante las protestas recibe atención médica. (EFE)
Como era previsible, el ministro de Trabajo, Néstor Ovalles, negó el anunciado éxito de la jornada en declaraciones a la televisión oficial: "Se ha impuesto la voluntad de trabajo. Las empresas del Estado han abierto sus puertas y la clase trabajadora ha mandado una señal de que quiere el desarrollo y la paz en Venezuela".
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