La libertad es el costo de desafiar al régimen del cuestionado Nicolás Maduro, quien parece dispuesto a cumplir su promesa de encarcelar "uno a uno" a los 33 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que fueron designados la semana pasada por Parlamento opositor. Este martes, los jueces Jesús Rojas Torres, de la Corte Electoral, y Zuleima González, suplente de la Sala Constitucional, fueron arrestados en el estado de Anzoátegui, sobre la costa nororiental de Venezuela.

Con ellos, ya son tres detenidos de los 33 magistrados elegidos por la Asamblea Nacional. Según los medios locales, Angel Zerpa —el primer jurista bajo arresto— permanece esposado en un baño del cuartel general del Sebín, la policía política del régimen, debido a la gran cantidad de personas detenidas en los últimos tres meses y medio de protestas, en los que más de un centenar de personas perdieron la vida, la mayoría por la brutal represión de las fuerzas bolivarianas.

La persecución contra los miembros del Supremo 'paralelo', que es considerado legítimo por la oposición, ocurre en medio de las protestas por los comicios para instalar la Asamblea Nacional Constituyente, previstos para este domingo. Es el momento de mayor tensión política y social en el país en las casi dos décadas en que el chavismo tiene en el poder.

Lo cierto es que existe la posibilidad latente de que la oposición sea purgada por la asamblea de 'soviets' que redactará la nueva Constitución. Pero esa no es el único riesgo al que se enfrenta Venezuela en los últimos días. Las eventuales sanciones económicas que impondría Estados Unidos, su mayor comprador de petróleo, casi la única fuente ingresos del país, tienen en vilo y al borde del colapso a la nación llanera.

El ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero intentó interceder entre el chavismo y la oposición, con el objetivo de retrasar la Constituyente. Sin embargo, Maduro está empeñado en que la consulta se haga en la fecha acordada, pese al rechazo mayoritario de los venezolanos en el plebiscito de la oposición que se celebró la semana pasada. 

El viernes pasado, Maduro expresó que le habían hecho una oferta” para retrasar la consulta que permita facilitar una salida a la crisis. Sin embargo, tres días después —durante un acto con motivo del natalicio del Libertador Simón Bolívar—, anunció que no hay marcha atrás en los comicios del domingo; entre tanto, en la oposición tampoco parecen dispuestos a suspender las protestas en las calles, lo aumenta el riesgo a una guerra civil en Venezuela.

Las condiciones de la oposición para ceder tienen que ver con las impuestas por el Vaticano en diciembre antes de retirarse de las negociaciones: la apertura de un canal humanitario, la liberación de los presos políticos, el adelanto de elecciones y el respeto a las competencias del Poder Legislativo.

Este lunes, Zapatero también se reunió con Leopoldo López, quien cumple prisión domiciliaria desde hace unas semanas, para coordinar medidas que puedan suspender la consulta. Según los medios, solo se ha conocido información general producto de la cita entre ambos, como la necesidad de conciliar las posiciones de los actores y la reiteración, hecha por el número dos de Voluntad Popular, Freddy Guevara, y la realización de la huelga de 48 hora que se inicia este martes para presionar a Maduro a que retire la Constituyente.

(Foto de cabecera: Reuters)

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