Al parecer, en Fuerza Popular la figura de Alberto Fujimori, quien cumple desde el 2009 una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad, ha perdido peso y es usada cada cinco años solo para captar votos, según se puede colegir por la forma en que el legislador fujimorista Rolando Reátegui le respondió al líder histórico de su partido, luego de que este llamó "infraternos y desleales" a los congresistas que sancionaron a su hijo mejor, Kenji.
"Que se tranquilice, que tome una agüita de azahar", dijo Reátegui, irónicamente el parlamentario que hace unas semanas fue al Congreso, emanando olor a alcohol, luego de haberse tomado, aparentemente, algo más fuerte que "agüita de azahar".
El congresista defendió la suspensión de 60 días contra Kenji Fujimori, al alegar que se trata de una decisión estrictamente institucional y negó que la medida se haya adoptado en represalia por la visita del menor de los Fujimori al expresidente Ollanta Humala, quien cumple prisión preventiva en la Diroes. "Las decisiones tomadas en el partido de manera categórica y democrática no han sido acatadas por él. Y ese es un acto que no está bien", dijo a la prensa sobre la sanción.
Reátegui calificó la reacción del exmandatario de "emocional, pasional, paternal". "Le guste o no le guste, las decisiones políticas son así. Fuerza Popular se ha hecho más allá de los apellidos y nombres", afirmó.
Sea como fuere, se trata de una sanción más simbólica que práctica, porque no afecta los derechos de Kenji como congresista, sino solo los partidarios, o sea, no podrá asistir ni votar en las reuniones de bancada, a las que de cualquier forma no suele asistir desde hace un tiempo.
Lo que sí confirma esta suspensión es la división que hay en el fujimorismo, la cual ha sido atizada por el mismo Alberto Fujimori. "Hasta ahora me sigo preguntando por qué han sancionado a Kenji ¿porque ha estado construyendo puentes con el gobierno pensando en el Perú?", se preguntó el encarcelado exmandatario, para luego agregar: "¿Porque ha estado luchando como buen hijo por la libertad de su padre?" o "¿porque le tendió la mano a un expresidente en un momento difícil en sus necesidades básicas?".
Todos estos mensajes que publicó en Twitter, así como los duros calificativos de "infraternos y desleales" que le endilgo a los legisladores que votaron a favor de la sanción, fueron 'retuiteados' por Kenji, en señal de respaldo.
A estas alturas, para nadie es un secreto que las acciones y discrepancias públicas entre Kenji Fujimori y su bancada tienen como fin construir un liderazgo propio y alterno al de su hermana Keiko dentro de Fuerza Popular, pero sin llegar a un enfrentamiento abierto con ella, de cara a una eventual candidatura presidencial. De hecho, hay quienes dicen que su padre apoya esas ambiciones de su mejor hijo.
Ahora, en el corto plazo, la pregunta es que si la sanción impuesta moderará la actitud de Kenji o si optará por ser más beligerante. Esto último puedes ser el camino que elija si su bancada no lo ayuda a lograr la eventual liberación de su padre.
"Kenji Fujimori tiene en perspectiva que su padre tiene que salir en el curso de este gobierno dada la fuerza que tiene su partido en el Congreso. En medida de que avance el tiempo y esto no se concrete, él puede optar por disputar el liderazgo de Fuerza Popular o ser más beligerante. Él sabe que su hermana sigue al mando", dijo en El Comercio el analista político y sociólogo Arturo Maldonado.
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