El contralor general de la República, Edgar Alarcón, le respondió al ministro de Economía (MEF), Alfredo Thorne, quien lo acusó de grabar de forma subrepticia la conversación que sostuvieron en una reunión en la sede del órgano de control previa a la entrega del informe de auditoría sobre el caso Chinchero.

"Rechazo categóricamente la grabación de audios, no tenemos esas costumbres", enfatizó.

Como se sabe, este domingo se publicaron los audios en los que se deja entrever que el titular del MEF sugería al contralor fallar favorablemente en su informe sobre Chinchero a cambio de aprobar una crédito suplementario solicitado por el órganos de control.

Thorne rechazó de forma rotunda que se haya ejercido presión sobre Alarcón y pidió que se publiquen los audios completos para que se conozca todo el contexto de los extractos difundidos en Panorama, pues aseguró que no está la parte en la que el contralor le pregunta si los recursos adicionales que solicitó están sujeto a Chinchero y su posterior respuesta: un "No".

“Claramente le digo que no, yo no tengo nada que esconder y quiero que se publique el audio entero, y nosotros nunca jamás en el MEF condicionamos la ayuda a nada, es una decisión absolutamente técnica”, aseveró.

El contralor afirmó el motivo de la reunión y aseguró que se dio a pedido del MEF, una versión contraria a la que dio Thorne. Alarcón dijo que en ese encuentro pidió gestionar una partida adicional de S/ 13 millones para acompañar los proyectos de reconstrucción del país con las labores de auditoría.

"Me llama muchísimo la atención que el señor ministro de Economía diga que el Contralor le ha solicitado una comisión de 1%. No es una comisión, es un presupuesto adicional para la Contraloría para poder acompañarlo en este proceso de mejoras en el país", señaló.

Según el contralor, ninguno de los pedidos que se hicieron en dicha reunión han sido aprobados hasta la fecha y manifestó su suspicacia, pues estos audios y demás acusaciones contra su persona salen a la luz luego de que la Contraloría emitiera un informe negativo sobre la adenda de Chinchero. "Como el informe salió negativo en Chinchero, de repente también están aplicando alguna medida: no me aprueban los recursos", dijo.

“No quiero pensar que no quieren control. No quiero pensar que los corruptos del país se van a beneficiar que se van a amasar riquezas”, agregó.

¿Quién grabó la conversación?

Tanto el ministro Thorne como el contralor Alarcón han negado haber grabado por lo bajo la conversación. En la reunión en mención, además de ambos, participaron el jefe del Gabinete de Asesores del MEF y el secretario general de la Contraloría. Alguno de estos tuvo que haber registrado el diálogo.

Pero lo cierto es que el audio que se difundió perjudica al ministro Thorne, de acuerdo a los extractos difundidos. No obstante, Alarcón dijo que si fuera una práctica común en la Contraloría, también se hubieran grabado las reuniones con otros funcionarios del Ejecutivo, como el exministro de Transporte Martín Vizcarra, quien en una oportunidad le dijo que el caso de Chinchero determinaba el rumbo de las demás inversiones.

"No quiero pensar que es una práctica el seguimiento y el grabado de las reuniones y el grabado de las comunicaciones en este gobierno", alegó Alarcón.

El contralor tiene dos denuncias en la fiscalía por la presunta compraventa de 90 vehículos en el periodo 2002 - 2015 y el cese de la exempleada del área de Tesorería Marcela Emilia Mejía Franco, quien recibió en 2010, de forma presuntamente irregular, S/ 127 mil por liquidación y otros S/ 100 mil por concepto de viáticos, cuando su sueldo era de solo S/3.350.

Al respecto, Alarcón dijo que ha sido víctima de una campaña mediática bien articulada, pero que no tiene miedo, pues tiene todo en regla y documentado.

"Esta es una campaña artera para cortar la cabeza del contralor. No quieren contralor en el país o no quieren este contralor. Quieren a un contralor a su medida", señaló.

Consultado sobre si abandonará su cargo, reiteró que no va a renunciar.  Incluso pidió ser invitado al Congreso para explicar estas denuncias.

“Solicito al Congreso que me convoque, esta es una estrategia armada para desarmar a la Contraloría. No quieren control. Quieren un contralor pusilánime, que agache la cabeza como un avestruz. No señores, nosotros no vamos a trabajar así”, puntualizó el contralor.

(Foto de portada: Andina)

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