Emmanuel Macron, elegido este domingo presidente de Francia, es una figura atípica no solo por su juventud e inexperiencia política, si no también porque era el único candidato que aparecía con su esposa, Brigitte Macron, en los mítines y el único que reconocía el papel de esta en la carrera que le llevó al Elíseo, en una campaña en la que la historia de amor de ambos se impuso también a cualquier prejuicio o resquemor que hubiera podido generar los 24 años de edad que la nueva primera dama le lleva a su ahora esposo y exalumno.
Él tiene 39 años y ella, 64. Tienen casi la misma edad que Donald Trump y su esposa Melania. Pero está claro que la situación llama más la atención si se trata de una mujer mayor con un hombre menor.
“Esta singularidad no se destacaría si la diferencia de edad fuese al revés. Es muy revelador de la misoginia persistente y explica en parte los rumores [sobre su homosexualidad]. La gente no puede aceptar algo sincero, único”, dijo en febrero Macron a la periodista Anne Fulda.
La rubia de ojos azules ha estado siempre junto a su esposo desde que este dejó el año pasado el cargo de ministro de Economía para lanzar su movimiento ¡En marcha!, con la mirada puesta en el Elíseo.
MACRON OBSERVA A SU ESPOSA DEPOSITAR SU VOTO EN LA ÁNFORA EL DOMINGO ÚLTIMO, CUANDO SE IMPUSO A LE PEN. (EFE)
Brigitte conoció a su actual esposo a principios de los años1990, cuando era profesora de francés en La Providence, la escuela local de los jesuitas, donde también dirigía el taller de teatro, y él ahora flamante presidente más joven de Francia era un niño prodigio de 15 años. En ese entonces estaba casada y ya era madre de tres adolescentes.
“Con 17 años, me declara: ‘hagas lo que hagas, ¡me casaré contigo!’”, cuenta Brigitte. “Poco a poco venció todas mis resistencias”, agrega.
Luego se separaron temporalmente para volverse a juntar en París, él ya adulto, ella separada. Finalmente se casaron en el 2007. Los hijos de ella, algunos de la edad de Macron e implicados en su campaña, son hoy los hijos de él. A los siete nietos de ella, el presidente electo les llama “mis nietos” y ellos, “daddy”.
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