Todo parece encajar. Como si no fuera algo del azar. Como un juego en pared. Las coincidencias en política, dicen, no existen. Así que repasemos.
Primer acto. El presidente Kuczynski planteó una tregua al fujimorismo ("tenemos voltear la página") y Alberto Fujimori, desde la prisión, responde que el jefe de Estado "tiene razón", en un contexto en el que el guiño oficialista no es gratuito, porque necesita de los votos de la aplastante mayoría naranja en el Congreso para aprobar la ley de reconstrucción de las zonas devastadas por El Niño costero.
Segundo acto. El vocero de bancada de gobierno, Carlos Bruce, se muestra a favor, a "título personal", de liberar a Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad y corrupción; el mismo día, el mismo Kuczynski anuncia que el Ejecutivo evalúa la situación carcelaria del exmandatario y reitera que está a favor de una ley de carácter general que le permita terminar de cumplir su condena fuera de prisión.
Tercer acto. El congresista Roberto Viera, un fujimorista confeso que hace casi medio año fue expulsado de la bancada de PPK, 'reaparece' en público luego de varios meses y presenta un proyecto de ley en ese sentido. "El Perú más unido que nunca. Mi Aporte", escribió en Twitter. La iniciativa tiene la firmas del fujimorista Marco Miyashiro, del apepista Edwin Donayre, y de los oficialistas Sergio Dávila y Salvador Heresi. Este último, secretario general de Peruanos Por el Kambio (PPK), el partido de gobierno.
El legislador Roberto viera era el eslabón perdido en esta historia.
Entonces, ¿cómo se llama la 'obra'?
La puesta en escena podría llamarse 'Liberen al Chino', porque si bien el proyecto de Viera no menciona a Fujimori, el contexto y las circunstancias en que se da, apuntarían a ese objetivo: lograr su excarcelación (y de paso, beneficia a otros reos de su régimen, como el 'general victorioso' Nicolás de Bari Hermoza Ríos) .
La iniciativa en mención establece que los sentenciados mayores de 75 años (Fujimori tiene 78) pueden lograr su liberación condicional luego de que hayan cumplido un tercio de la condena, sufran enfermedad o tengan salud "de pronóstico delicado" y que además acrediten lugar de residencia y atención de familiares. Se excluye de este beneficio a presos por terrorismo, violación sexual y narcotráfico.
El jurista Carlos Rivera, abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), explicó que el proyecto de Viera no solo tiene una lógica política, sino que además es ilegal e inconstitucional, por una razón obvia: no se puede legislar con nombre propio. "Es evidente que se hace para Alberto Fujimori", le dijo a La República.
"El proyecto inventa una nueva causal para otorgar el beneficio de liberación condicional a quien está condenado. Esa nueva causal es tener más de 75 años, como Fujimori, y sufrir alguna enfermedad, como Fujimori. Al beneficiado se le otorgará la posibilidad de completar la pena en su domicilio. Más fácil, imposible".
Rivera subrayó que la iniciativa además distorsiona la naturaleza procesal de la prisión domiciliaria, y le da un carácter penitenciario, cuando no lo tiene y con ello crea un nuevo tipo de penas: aquellas que en delitos graves se cumplen en casa. "Como en el pasado, se tuerce la ley para beneficio personal".
Por su lado, el abogado Ronald Gamarra alertó que una norma de este tipo puede luego ampliarse a otros delitos "La violación de derechos humanos es tan grave como el terrorismo", anotó.
DATO
Alberto Fujimori fue condenado en el 2009 como autor mediato de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado, por las matanzas de Barrios Altos, La Cantuta y los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.
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