Tal parece que el embajador ruso Sergei Kislyak es la llave maestra de la trama del Kremlin con Estados Unidos. Los destapes de las conexiones del diplomático en Washington con el círculo de confianza de Donald Trump no paran. Esta vez Jared Kushner, el asesor y yerno del presidente de EEUU, es el protagonista de un nuevo capítulo de esta historia. 

Resulta que el esposo de Ivanka Trump, ahora uno de los hombres más poderosos e influyentes de la Casa Blanca, sostuvo una reunión con Kislyak en diciembre pasado, antes de la toma de posesión de su suegro.

Al encuentro fue acompañado nada menos que del exconsejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, destituido del cargo el 14 de febrero por ocultar información de dichos encuentros, reveló el New Yorker.

La Casa Blanca confirmó este viernes que el encuentro fue en el marco de una serie de visitas de empresarios, embajadores, políticos, celebridades e incluso mandatarios por las oficinas del entonces presidente electo. Y agregó que la reunión entre Kushner y Kislyak duró apenas 20 minutos y que se trató de un encuentro para "establecer una línea de comunicación" entre el Kremlin y la nueva administración estadounidense.

Esta revelación llega un día después de se conociera que el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, mantuvo dos encuentros con el embajador ruso. Estas reuniones fueron en julio y septiembre del año pasado, en plena campaña electoral.

Trump ha reconocido los encuentros de Sessions y ha asegurado que el fiscal general podría haber sido más preciso en sus respuestas sobre Rusia en el Senado, pero que fue sin intención y "no hizo nada malo". Calificó como una "cacería de brujas" lo que se intenta hacer con él.

Sessions por su lado no va a dimitir, pero ha optado por dar un paso al costado de la investigación que el Departamento de Justicia lidera junto al FBI, agencia que también está bajo su supervisión, sobre esa supuesta injerencia de Rusia en los comicios y los nexos entre la campaña de Trump y el Kremlin.

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